Pensando conmigo misma
reflexiono en silencio,
que veces se aprende en la vida
mas de todo lo traicionero
que de consejos de biblia
siendo consejo sincero.
La pena es que sea el dolor
lo que nos haga aprender
que en un “quiero” sin querer
haya escondida traición
que palabra pronunciada es
sin sentirla el corazón
y solo se pronunció
para poder verte caer
en la trampa que te urdió.
Esto no es un lamento,
tampoco es una lección,
cada cual viva contento
con el disfraz que escogió,
cuidando de no comer
del cebo que elaboró.
domingo, 21 de diciembre de 2008
sábado, 20 de diciembre de 2008
Es como una amapola
Es como una amapola,
por su sencillez bella,
la recubre la aureola
de rocío de primavera.
No necesita abalorios,
brilla como una estrella
en las campiñas de plata
de actuaciones sinceras.
La vi asomada al balcón,
sacudiendo su franqueza,
entre pudorosa y enérgica,
en vez de sangre fluía amor
por el cauce de sus venas.
Al pasar por su puerta
se percibe ese áurea
de rayos de sol y de luna
y se escucha una música
de guitarra y castañuelas,
es la dulzura de su boca
la que va rompiendo penas,
con sus sonrisas desnudas,
con su mirada tan llena
de gran amor y ternura,
natural como la tierra.
por su sencillez bella,
la recubre la aureola
de rocío de primavera.
No necesita abalorios,
brilla como una estrella
en las campiñas de plata
de actuaciones sinceras.
La vi asomada al balcón,
sacudiendo su franqueza,
entre pudorosa y enérgica,
en vez de sangre fluía amor
por el cauce de sus venas.
Al pasar por su puerta
se percibe ese áurea
de rayos de sol y de luna
y se escucha una música
de guitarra y castañuelas,
es la dulzura de su boca
la que va rompiendo penas,
con sus sonrisas desnudas,
con su mirada tan llena
de gran amor y ternura,
natural como la tierra.
sábado, 13 de diciembre de 2008
Te encontré en mi camino
Te encontré en mi camino
con sabor a miel, a menta,
y se enredaron los destinos
como se enreda la hiedra.
Nada nos exigimos
bajo la luna de luz llena,
tu amabas la libertad,
yo libre quería la tierra
y un átomo de humildad
nos unió en convivencia
y el verso nos arrastró
por toda la naturaleza
germinando como flor
la sencillez de conciencia.
Aún perdura semilla,
la palabra está callada,
y crece, aún germina,
en eterna primavera
con ansias de libertad…
unidos y sin cadenas.
Tu me llamas
y me apresuro
para abrirte la puerta,
la puerta de ese futuro
que siendo herida abierta
es un rayo de luz
sin esposas, sin secuelas.
Lejos queda la luna,
lejos pero cerca,
lo mejor es la apertura
de nuestras almas serenas
cuando se funden en rima
irracional de existencia.
Si te digo que te quiero…
dirás: “la luna es bella”,
pero entre flores arropados
desafiaremos a la ciencia
de todo lo heredado…
no queda reminiscencia
con sabor a miel, a menta,
y se enredaron los destinos
como se enreda la hiedra.
Nada nos exigimos
bajo la luna de luz llena,
tu amabas la libertad,
yo libre quería la tierra
y un átomo de humildad
nos unió en convivencia
y el verso nos arrastró
por toda la naturaleza
germinando como flor
la sencillez de conciencia.
Aún perdura semilla,
la palabra está callada,
y crece, aún germina,
en eterna primavera
con ansias de libertad…
unidos y sin cadenas.
Tu me llamas
y me apresuro
para abrirte la puerta,
la puerta de ese futuro
que siendo herida abierta
es un rayo de luz
sin esposas, sin secuelas.
Lejos queda la luna,
lejos pero cerca,
lo mejor es la apertura
de nuestras almas serenas
cuando se funden en rima
irracional de existencia.
Si te digo que te quiero…
dirás: “la luna es bella”,
pero entre flores arropados
desafiaremos a la ciencia
de todo lo heredado…
no queda reminiscencia
viernes, 12 de diciembre de 2008
Duerme que la luna te vigila
La luna va de mantilla
por los prados de la noche
y para sujetarla, niña,
las esmeraldas de tu cara
le han servido de broche.
La luna, te está mirando,
observa como te mira,
quiere mirarse en tu pelo
dorado y manzanilla,
en esos bucles de oro
de tu cabeza, chiquilla.
En los brazos de sirenas
sueña con la mar, tranquila,
con esa mar marinera
de corales y barquillas.
El clavel rojo de tu boca
se abre en dulce sonrisa
cuando pececitos de plata
te andan haciendo cosquillas.
Duerme, sigue durmiendo,
que la luna te vigila
para que no quiebre tu sueño
fantasmas de pesadilla.
Mañana los rayos de sol
dorarán tus tiernas mejillas
embriagadas por la luz
de esa tu alma de niña.
por los prados de la noche
y para sujetarla, niña,
las esmeraldas de tu cara
le han servido de broche.
La luna, te está mirando,
observa como te mira,
quiere mirarse en tu pelo
dorado y manzanilla,
en esos bucles de oro
de tu cabeza, chiquilla.
En los brazos de sirenas
sueña con la mar, tranquila,
con esa mar marinera
de corales y barquillas.
El clavel rojo de tu boca
se abre en dulce sonrisa
cuando pececitos de plata
te andan haciendo cosquillas.
Duerme, sigue durmiendo,
que la luna te vigila
para que no quiebre tu sueño
fantasmas de pesadilla.
Mañana los rayos de sol
dorarán tus tiernas mejillas
embriagadas por la luz
de esa tu alma de niña.
jueves, 11 de diciembre de 2008
El viento
Sopla, en la calle, el viento,
la furia es inmensa,
el revolotear de alas de mariposas
ha hecho ausencia.
Risas despierta un sentimiento,
y el aire se agita,
perdiendo entre azotes el resuello.
La mar y la vida,
en un sueño profundo y bello
se ven sumergidas,
recogen estrellas, coleccionan sueños.
La luna se peina,
con cinta de plata recoge su pelo,
y al mar en calma
toma como fiel y limpio espejo.
Las sirenas bailan,
el lago de los cisnes encierra misterio,
las notas se escapan
el ritmo del piano va rasgando silencios.
El compositor regala
manantial de ternura respetando los tiempos.
Las notas se escapan
entre sutiles e incansables ágiles dedos.
El piano suena,
ha dormido con su música al viento.
la furia es inmensa,
el revolotear de alas de mariposas
ha hecho ausencia.
Risas despierta un sentimiento,
y el aire se agita,
perdiendo entre azotes el resuello.
La mar y la vida,
en un sueño profundo y bello
se ven sumergidas,
recogen estrellas, coleccionan sueños.
La luna se peina,
con cinta de plata recoge su pelo,
y al mar en calma
toma como fiel y limpio espejo.
Las sirenas bailan,
el lago de los cisnes encierra misterio,
las notas se escapan
el ritmo del piano va rasgando silencios.
El compositor regala
manantial de ternura respetando los tiempos.
Las notas se escapan
entre sutiles e incansables ágiles dedos.
El piano suena,
ha dormido con su música al viento.
miércoles, 10 de diciembre de 2008
Vuela alto
Nos quejamos por todo,
cosas sin importancia,
mientras pulula en el aire
la desdicha, la desgracia,
en forma de sonrisa triste
en la boca de la infancia.
Es que tenemos ya vicio
de quejarnos por nada,
ciegos ante el suplicio
que alberga una tierna alma.
Hemos perdido el norte,
al ritmo de la avaricia,
destrozamos los valores
y reclamamos justicia.
No hay opción a elegir
el seno de la familia,
nacemos porque nacemos
con suerte o con desdicha,
convirtiéndose el nacer
en juego de lotería.
Las batallas no se pierden
si luchas con energía
y con fuerza alzas el vuelo
obviando la hipocresía.
Vuela alto, vuela lejos,
hazlo con ironía,
cuanto mas alto sea el vuelo
mas te sonreirá la vida,
se quitará ese velo
de tu mirada perdida
y brillarán como luceros
las ventanas de tu cara
al abrir tus ojos negros.
Vuela alto, vuela lejos,
las alas del corazón
agítalas con sentimiento
y ganarás las batallas
a pesar del mal tiempo.
Vuela alto, vuela lejos,
que el destino no es destino,
solo se trata de un cuento
y hay que vencer en caminos
espinas y sufrimiento.
cosas sin importancia,
mientras pulula en el aire
la desdicha, la desgracia,
en forma de sonrisa triste
en la boca de la infancia.
Es que tenemos ya vicio
de quejarnos por nada,
ciegos ante el suplicio
que alberga una tierna alma.
Hemos perdido el norte,
al ritmo de la avaricia,
destrozamos los valores
y reclamamos justicia.
No hay opción a elegir
el seno de la familia,
nacemos porque nacemos
con suerte o con desdicha,
convirtiéndose el nacer
en juego de lotería.
Las batallas no se pierden
si luchas con energía
y con fuerza alzas el vuelo
obviando la hipocresía.
Vuela alto, vuela lejos,
hazlo con ironía,
cuanto mas alto sea el vuelo
mas te sonreirá la vida,
se quitará ese velo
de tu mirada perdida
y brillarán como luceros
las ventanas de tu cara
al abrir tus ojos negros.
Vuela alto, vuela lejos,
las alas del corazón
agítalas con sentimiento
y ganarás las batallas
a pesar del mal tiempo.
Vuela alto, vuela lejos,
que el destino no es destino,
solo se trata de un cuento
y hay que vencer en caminos
espinas y sufrimiento.
viernes, 5 de diciembre de 2008
Llegó de madrugada
Llegó de madrugada
al ritmo de una canción,
saludó, todo se impregnó
de musicalidad, de notas
libres sobre diapasón.
Se estrecharon los lazos
entre palabras encadenadas,
expresadas a retazos,
impregnadas de confusión.
Se envolvieron de silencio,
todo enmudeció
cuando hubo despedida
con ese hola y adiós,
pues la misma melodía
se escuchó en la habitación.
Entre perplejidad,
entre asombro,
todo se oscureció
y al amanecer el día
entonando la canción
intenta saber que decía
al pronunciar ese adiós
cuando dijo hola un día
con esa misma canción.
“Me encontrarás en los mares,
en los dulces amaneceres,
me encontrarás en mis inicios,
me encontrarás donde siempre,
en la misma habitación
entre cercana y ausente”.
al ritmo de una canción,
saludó, todo se impregnó
de musicalidad, de notas
libres sobre diapasón.
Se estrecharon los lazos
entre palabras encadenadas,
expresadas a retazos,
impregnadas de confusión.
Se envolvieron de silencio,
todo enmudeció
cuando hubo despedida
con ese hola y adiós,
pues la misma melodía
se escuchó en la habitación.
Entre perplejidad,
entre asombro,
todo se oscureció
y al amanecer el día
entonando la canción
intenta saber que decía
al pronunciar ese adiós
cuando dijo hola un día
con esa misma canción.
“Me encontrarás en los mares,
en los dulces amaneceres,
me encontrarás en mis inicios,
me encontrarás donde siempre,
en la misma habitación
entre cercana y ausente”.
jueves, 4 de diciembre de 2008
Volvía...
Volvía todos los días
a esa vieja matriz
donde naciera un día
y donde fue feliz.
Quiso volar, ser libre,
volver a ser lo que fue,
recuperar ese trino
de ave al amanecer
por ese existir divino,
por ese amor y esa fe.
Sobre un árbol posada
miró hacia el azul cielo
y soltándose de la rama
alzó con fuerza su vuelo.
Nunca se supo enjaulada,
nunca vendió su garganta,
y en las fases lunares
su vuelo le liberaba.
Voló como gaviota
sobre el agua salada,
y tenía la fortaleza
de las bravas aguas.
Pero todos los días
a su nido regresaba,
solo así se convencía
que a sus raíces amaba.
Aún vuelve,
nadie le puede ver,
su regreso es entre sombras,
no hay alba ni atardecer,
es como “el fantasma de ópera”,
tiene a su nido querer
porque en el entró a la vida
y le protegió al nacer.
Vuela alto, vuela lejos,
por el cielo tricolor,
en su vuelo el recuerdo
del sitio donde aprendió
a hacer su primer vuelo
con alma y con corazón.
a esa vieja matriz
donde naciera un día
y donde fue feliz.
Quiso volar, ser libre,
volver a ser lo que fue,
recuperar ese trino
de ave al amanecer
por ese existir divino,
por ese amor y esa fe.
Sobre un árbol posada
miró hacia el azul cielo
y soltándose de la rama
alzó con fuerza su vuelo.
Nunca se supo enjaulada,
nunca vendió su garganta,
y en las fases lunares
su vuelo le liberaba.
Voló como gaviota
sobre el agua salada,
y tenía la fortaleza
de las bravas aguas.
Pero todos los días
a su nido regresaba,
solo así se convencía
que a sus raíces amaba.
Aún vuelve,
nadie le puede ver,
su regreso es entre sombras,
no hay alba ni atardecer,
es como “el fantasma de ópera”,
tiene a su nido querer
porque en el entró a la vida
y le protegió al nacer.
Vuela alto, vuela lejos,
por el cielo tricolor,
en su vuelo el recuerdo
del sitio donde aprendió
a hacer su primer vuelo
con alma y con corazón.
miércoles, 3 de diciembre de 2008
Verguenza...
Vergüenza, siente vergüenza
de asomarse a su ventana,
de sentarse hasta en su puerta
por los barridos e inserciones
que libertades conllevan.
Han rociado portales,
qué misterio, qué insolencia,
el tiempo de las deidades
queda bajo somnolencias.
Se va bajito cantando
por la orilla de una cuenca,
creen que su voz han callado…
menuda impertinencia
porque su voz no la calla
demagogias ni prepotencia.
Se va bajito cantando
como la cigarra canta
y se oirá su canto en verano
en afinada garganta.
Las estrellas y luceros
que pasean en la madrugada
serán fieles espejos
de esa voz que le ordena; ¡Calla!,
es su alma la que habla
con una voz desgarrada.
En sus manos hay esposas,
libertad en cuerdas vocales,
en su mirada una rosa
y en su corazón…don nadie.
Puede en sus ojos mirarse
como si fuesen espejos,
como si fuesen cristales,
pues no le importa mentiras
que defienden los cobardes.
Siente vergüenza
y es que sabe
que cada cual lleva su paso
y el paso no engaña a nadie.
Se va bajito cantando
con sonrisa a la libertad,
se despoja de vergüenza
y el mundo vuelve a girar.
de asomarse a su ventana,
de sentarse hasta en su puerta
por los barridos e inserciones
que libertades conllevan.
Han rociado portales,
qué misterio, qué insolencia,
el tiempo de las deidades
queda bajo somnolencias.
Se va bajito cantando
por la orilla de una cuenca,
creen que su voz han callado…
menuda impertinencia
porque su voz no la calla
demagogias ni prepotencia.
Se va bajito cantando
como la cigarra canta
y se oirá su canto en verano
en afinada garganta.
Las estrellas y luceros
que pasean en la madrugada
serán fieles espejos
de esa voz que le ordena; ¡Calla!,
es su alma la que habla
con una voz desgarrada.
En sus manos hay esposas,
libertad en cuerdas vocales,
en su mirada una rosa
y en su corazón…don nadie.
Puede en sus ojos mirarse
como si fuesen espejos,
como si fuesen cristales,
pues no le importa mentiras
que defienden los cobardes.
Siente vergüenza
y es que sabe
que cada cual lleva su paso
y el paso no engaña a nadie.
Se va bajito cantando
con sonrisa a la libertad,
se despoja de vergüenza
y el mundo vuelve a girar.
lunes, 1 de diciembre de 2008
La rima
La rima es como un hada
vestida de sentimientos,
si sentimientos enmascara
se convertiría en hielo,
carente de corazón y alma.
La rima es un devenir,
amor, tormento, es calma,
en cada palabra el latir
de ese corazón que habla.
La rima no conoce orgullo
ni la domina el pensamiento,
nace liberada de yugos
en el propio sentimiento.
La rima es alegría, dolor,
es tristeza, es amor,…
es una encendida llama,
es trino de ruiseñor
que posado en una rama
canta sin ningún temor
cuando amanece… al alba.
La rima es la voz del alma,
es eco, es constante melodía,
es el palpitar del corazón
en cada una de sus palabras
que de forma silenciada
hace que se escuche la voz
de esas bocas calladas.
vestida de sentimientos,
si sentimientos enmascara
se convertiría en hielo,
carente de corazón y alma.
La rima es un devenir,
amor, tormento, es calma,
en cada palabra el latir
de ese corazón que habla.
La rima no conoce orgullo
ni la domina el pensamiento,
nace liberada de yugos
en el propio sentimiento.
La rima es alegría, dolor,
es tristeza, es amor,…
es una encendida llama,
es trino de ruiseñor
que posado en una rama
canta sin ningún temor
cuando amanece… al alba.
La rima es la voz del alma,
es eco, es constante melodía,
es el palpitar del corazón
en cada una de sus palabras
que de forma silenciada
hace que se escuche la voz
de esas bocas calladas.
domingo, 30 de noviembre de 2008
Honores injustificados...falacia
Unas palabras amables
que no significan nada,
un cordel en la garganta
destellos de falsas hadas.
En las manos, pergamino desierto,
en ellas huelgan las palabras.
En el atril de pensamiento
todo queda en falacia.
Se desperezan los sueños,
la codicia se desata,
la piedra rueda que rueda
por los caminos del alma.
Qué blancas están las sierras
en amaneceres, al alba,
teñidas de rojo sangre
todo se vuelve escarlata.
La nieve es llamarada
de sueños que nunca cuajan,
se van tiñendo las sienes
de flores mustias y ajadas.
En el corazón no arden
los puros sentimientos,
es hacienda desalojada
donde se siembran tormentos
y como flores confabuladas
la sin razón va surgiendo
solo por sentirse halagada.
Por las nubes, sobre el mar,
vuela mariposa blanca,
sonríe…no se queja
por la ausencia de palabra
dice que volverá
siendo libre…voz en alza.
que no significan nada,
un cordel en la garganta
destellos de falsas hadas.
En las manos, pergamino desierto,
en ellas huelgan las palabras.
En el atril de pensamiento
todo queda en falacia.
Se desperezan los sueños,
la codicia se desata,
la piedra rueda que rueda
por los caminos del alma.
Qué blancas están las sierras
en amaneceres, al alba,
teñidas de rojo sangre
todo se vuelve escarlata.
La nieve es llamarada
de sueños que nunca cuajan,
se van tiñendo las sienes
de flores mustias y ajadas.
En el corazón no arden
los puros sentimientos,
es hacienda desalojada
donde se siembran tormentos
y como flores confabuladas
la sin razón va surgiendo
solo por sentirse halagada.
Por las nubes, sobre el mar,
vuela mariposa blanca,
sonríe…no se queja
por la ausencia de palabra
dice que volverá
siendo libre…voz en alza.
sábado, 29 de noviembre de 2008
Reflexión en rimas cortas II
Me paro, siento y reflexiono,
vuelvo a mi estado normal,
me digo: en mundo de locos,
mejor es pararte y pensar.
………………………………
Mira que triste es el día
si la luz no ves brillar,
estando la noche dormida
pretendes la luna tocar.
…………………………….
Piedra que rueda en camino
sin poderse detener
no llega a ningún destino
solo corre por correr.
……………………………..
La luna es como luz del día
cuando la noche aparece,
tus labios sin hipocresía
son como campo de mieses,
yo libres así los creía,
sencillos pero valientes.
……………………………
La vida con desatino,
vivida así solo es
como madeja de hilo
enredada sin por qué.
……………………………
Lo peor que me ha pasado
no es haberte conocido,
es el verme enredada
sin tener ningún motivo
y haber sacado la espada.
Más lógico hubiera sido
haberte vuelto la espalda
y no perder el sentido
de mi vida, de mi alma.
……………………………..
Cuando en un bache caes
los conocidos se alejan
solo quedan los amigos,
la familia tienes cerca.
…………………………….
Me pregunto el por qué
al pensar en ti se empeñan
mis rimas en mal hacer
y veo en mi alma sincera
que sí que me refugié
entre dolor y desprecio
al no saber comprender
que tan solo eres un sueño,
¿Por qué, te he de querer?.
Dejar de quererte no puedo.
………………………………..
“No engorda el perro que lame”
y yo te digo, chiquilla,
que es mejor pasar hambre
que ir lamiendo por la vida.
vuelvo a mi estado normal,
me digo: en mundo de locos,
mejor es pararte y pensar.
………………………………
Mira que triste es el día
si la luz no ves brillar,
estando la noche dormida
pretendes la luna tocar.
…………………………….
Piedra que rueda en camino
sin poderse detener
no llega a ningún destino
solo corre por correr.
……………………………..
La luna es como luz del día
cuando la noche aparece,
tus labios sin hipocresía
son como campo de mieses,
yo libres así los creía,
sencillos pero valientes.
……………………………
La vida con desatino,
vivida así solo es
como madeja de hilo
enredada sin por qué.
……………………………
Lo peor que me ha pasado
no es haberte conocido,
es el verme enredada
sin tener ningún motivo
y haber sacado la espada.
Más lógico hubiera sido
haberte vuelto la espalda
y no perder el sentido
de mi vida, de mi alma.
……………………………..
Cuando en un bache caes
los conocidos se alejan
solo quedan los amigos,
la familia tienes cerca.
…………………………….
Me pregunto el por qué
al pensar en ti se empeñan
mis rimas en mal hacer
y veo en mi alma sincera
que sí que me refugié
entre dolor y desprecio
al no saber comprender
que tan solo eres un sueño,
¿Por qué, te he de querer?.
Dejar de quererte no puedo.
………………………………..
“No engorda el perro que lame”
y yo te digo, chiquilla,
que es mejor pasar hambre
que ir lamiendo por la vida.
jueves, 27 de noviembre de 2008
Feliz cumpleaños
Una de las mejores cosas que me ha pasado es el que me dejaras entrar en tu mundo para poder aprender de esos sentimientos desnudos sin avergonzarme ni sentir pudor al saberme imperfecta. Es nuestro aniversario y para tí escribo hoy.
Estaba la tarde entrada,
el sol ya casi en el ocaso,
le miró con bondad a la cara,
se acurrucó en sus brazos.
Sintió como bullían
sus miedos, el rechazo,
y su corazón latía
perdido y desbocado
sin saber como romper
el silencio allí creado.
Se paralizó su garganta,
se enmudecieron sus labios…
ese rostro eran todas las caras,
todas con idénticos rasgos.
Una sonrisa de eterno niño
dijo mas que mil palabras
cuando sus ojos oblicuos
con ternura se expresaban.
Se disiparon sus miedos,
empezó a romper tópicos
que encadenan y enclaustran,
puso su voz en todos
y en ellos puso su alma.
Por protocolos y lindezas
fue derribando alambradas,
se doctoró en ilusiones
de silenciadas palabras.
Nunca supo como fue…
como se prendió esa llama,
de ingenuidad y virtud
por esas voces calladas.
En ellos puso su voz,
en ellos puso su alma.
Estaba la tarde entrada,
el sol ya casi en el ocaso,
le miró con bondad a la cara,
se acurrucó en sus brazos.
Sintió como bullían
sus miedos, el rechazo,
y su corazón latía
perdido y desbocado
sin saber como romper
el silencio allí creado.
Se paralizó su garganta,
se enmudecieron sus labios…
ese rostro eran todas las caras,
todas con idénticos rasgos.
Una sonrisa de eterno niño
dijo mas que mil palabras
cuando sus ojos oblicuos
con ternura se expresaban.
Se disiparon sus miedos,
empezó a romper tópicos
que encadenan y enclaustran,
puso su voz en todos
y en ellos puso su alma.
Por protocolos y lindezas
fue derribando alambradas,
se doctoró en ilusiones
de silenciadas palabras.
Nunca supo como fue…
como se prendió esa llama,
de ingenuidad y virtud
por esas voces calladas.
En ellos puso su voz,
en ellos puso su alma.
miércoles, 26 de noviembre de 2008
Mensaje en botella
BOLERO-RAVEL
Le llegó un mensaje en botella
de gran riqueza y consuelo,
llevaba hasta la etiqueta,
en ella iba sabio consejo.
La encontró entre las barcas
de un bello marinero puerto,
decían mucho esas palabras
aunque el mensaje era escueto.
Mirando hacia el oleaje
de un mar bastante revuelto
dio gracias por el mensaje
y flotó la botella de nuevo.
La botella seguro encierra
un mensaje de regreso:
gracias por tus palabras,
gracias por tu consejo.
Se va salteando las redes
de los viejos marineros
y su corazón no impide
conexión con pensamiento.
Al oleaje escucha bramar
mientras se aleja en silencio,
va desnuda, adora el mar…
se arropa con sentimientos.
Le llegó un mensaje en botella
de gran riqueza y consuelo,
llevaba hasta la etiqueta,
en ella iba sabio consejo.
La encontró entre las barcas
de un bello marinero puerto,
decían mucho esas palabras
aunque el mensaje era escueto.
Mirando hacia el oleaje
de un mar bastante revuelto
dio gracias por el mensaje
y flotó la botella de nuevo.
La botella seguro encierra
un mensaje de regreso:
gracias por tus palabras,
gracias por tu consejo.
Se va salteando las redes
de los viejos marineros
y su corazón no impide
conexión con pensamiento.
Al oleaje escucha bramar
mientras se aleja en silencio,
va desnuda, adora el mar…
se arropa con sentimientos.
martes, 25 de noviembre de 2008
Contra la violencia de género
Hay dos tipos de maltrato:
el físico y también el psicológico,
baja la autoestima en ambos,
se da el Síndrome de Estocolmo.
Ella sigue paciente esperando,
siempre justifica esos actos,
a que se produzca un cambio
en su controlador amado.
“Esta vez está justificado
el que me diera en la cara,
es que estaba estresado”…
dice secando sus lágrimas.
Cuando alza la voz y grita
ese “no sirves para nada”
ella también le justifica
con voluntad anulada.
No se da cuenta que está
entre arenas movedizas,
que no se podrá liberar
de esa mente que le humilla
si el cordón umbilical
no rompe, ¡qué pesadilla!.
Mientras espera que él cambie
se aleja de su familia,
el siempre tiene un detalle
amable… no la esclaviza.
Ya se ha quedado sola,
sola sin parientes, sin amigas,
quiere a toda costa
salvar, aguantando, su vida.
Y se mira en los cristales
de su arruinada vida,
intentando no irritarle
para no despertar su ira.
Despierta, mujer despierta,
denuncia lo denunciable
que tienes la puerta abierta
y la vida está esperándote.
el físico y también el psicológico,
baja la autoestima en ambos,
se da el Síndrome de Estocolmo.
Ella sigue paciente esperando,
siempre justifica esos actos,
a que se produzca un cambio
en su controlador amado.
“Esta vez está justificado
el que me diera en la cara,
es que estaba estresado”…
dice secando sus lágrimas.
Cuando alza la voz y grita
ese “no sirves para nada”
ella también le justifica
con voluntad anulada.
No se da cuenta que está
entre arenas movedizas,
que no se podrá liberar
de esa mente que le humilla
si el cordón umbilical
no rompe, ¡qué pesadilla!.
Mientras espera que él cambie
se aleja de su familia,
el siempre tiene un detalle
amable… no la esclaviza.
Ya se ha quedado sola,
sola sin parientes, sin amigas,
quiere a toda costa
salvar, aguantando, su vida.
Y se mira en los cristales
de su arruinada vida,
intentando no irritarle
para no despertar su ira.
Despierta, mujer despierta,
denuncia lo denunciable
que tienes la puerta abierta
y la vida está esperándote.
lunes, 24 de noviembre de 2008
Mujer luchadora
Beethoven - Fur elise
Para la persona mas humilde y mas entera que he conocido a lo largo de mi existencia. No hay palabras con las que se te pueda describir. Para tí: M.C.M.F
Luchas como guerrillera
por la verdad y la justicia,
pues aprendiste a luchar
creciendo sola en la vida.
No desfallezcas ahora
cuando ves tanta inconsciencia,
sabes que no estás sola,
por favor no te entristezcas
que naciste con la luna llena
sobre tu mano derecha
solidaridad y justicia
llevas en la izquierda impresa.
Aunque te sientas decaer
levanta bien la cabeza
que siempre supiste hacer
de la decadencia grandeza.
No desfallezcas mujer,
alma de guerrillera,
tu carne en el asador
no la comerá cualquiera
sino es que la justa razón
por mejorar esta tierra.
Lucha, sigue luchando,
por ideales, conciencia,
que llevas sobre tu mano
la luna y las estrellas
y ese gran valor humano
de un alma desinteresada
que no conoce fronteras.
Esas tardes de un nada
nunca infundieron tristeza,
de manzanilla unas sopas,
no había pan ni manzanilla.
contentos íbamos a la cama
con una satisfecha sonrisa
esos fines de semana.
Al amanecer se salía
todos juntos de casa
sin saber que se comería
había despensa pelada.
Pero éramos felices,
nada nos sometía,
fieles a nuestras raíces,
actuábamos en la vida.
Hoy es para ti…
esta clásica: “Para Elisa”
y cuando leas y escuches
quiero esbozo de sonrisa.
Párate un momento y piensa,
que somos como la hiedra.
esta vuelve siempre a trepar
cuando la creen que se seca
al recibir gotas de rocío
de la bella primavera.
Para la persona mas humilde y mas entera que he conocido a lo largo de mi existencia. No hay palabras con las que se te pueda describir. Para tí: M.C.M.F
Luchas como guerrillera
por la verdad y la justicia,
pues aprendiste a luchar
creciendo sola en la vida.
No desfallezcas ahora
cuando ves tanta inconsciencia,
sabes que no estás sola,
por favor no te entristezcas
que naciste con la luna llena
sobre tu mano derecha
solidaridad y justicia
llevas en la izquierda impresa.
Aunque te sientas decaer
levanta bien la cabeza
que siempre supiste hacer
de la decadencia grandeza.
No desfallezcas mujer,
alma de guerrillera,
tu carne en el asador
no la comerá cualquiera
sino es que la justa razón
por mejorar esta tierra.
Lucha, sigue luchando,
por ideales, conciencia,
que llevas sobre tu mano
la luna y las estrellas
y ese gran valor humano
de un alma desinteresada
que no conoce fronteras.
Esas tardes de un nada
nunca infundieron tristeza,
de manzanilla unas sopas,
no había pan ni manzanilla.
contentos íbamos a la cama
con una satisfecha sonrisa
esos fines de semana.
Al amanecer se salía
todos juntos de casa
sin saber que se comería
había despensa pelada.
Pero éramos felices,
nada nos sometía,
fieles a nuestras raíces,
actuábamos en la vida.
Hoy es para ti…
esta clásica: “Para Elisa”
y cuando leas y escuches
quiero esbozo de sonrisa.
Párate un momento y piensa,
que somos como la hiedra.
esta vuelve siempre a trepar
cuando la creen que se seca
al recibir gotas de rocío
de la bella primavera.
domingo, 23 de noviembre de 2008
Reflexión en rimas cortas I
Solo son reflexiones,
las hago a mi manera,
tienen imperfecciones
pero contenido llevan,
nadie se haga ilusiones,
yo… no soy perfecta.
.....................................
Cuando algo sienta mal
siempre hay que retirarse
que puedes contaminar
y el aire tiende a enranciarse.
...........................................
No pongas manos en fuego
nunca, jamás, por alguien
que la lumbre no es un juego,
puedes las manos quemarte.
.............................................
Ya he cerrado una página
de mi historia ya pasada,
pero sigue en mi memoria
la huella y he de borrarla.
........................................
Cuando algo se hace mal
valor hay en reconocerlo
eso es signo de humildad
y no el seguir hiriendo.
....................................
La nobleza y la lealtad
no basta con expresarlas,
es un arte en el actuar
desde la bondad del alma.
......................................
Caigo al suelo y me levanto
y con sorpresa fatal
veo que otra vez caigo
al volver a tropezar
por no dominar mis actos…
debo de ser muy animal
al no poder remediarlo.
...........................................
La verdad y la mentira
en sucesos cuestionables
puede ser una pesadilla
porque tiene varias partes
y puede servir de comidilla
sin llegar nunca a aclararte.
............................................
Me pregunto como ha sido
el llegar hasta este punto
y veo que no ha valido
la pena tanto disgusto.
...........................................
Todo se embadurnó
por falta de trasparencia
y cometí enorme error
al querer medir las fuerzas.
.........................................
He tirado al mar la llave
para la puerta no abrir,
que la tentación no llame
que es mucho mejor así.
las hago a mi manera,
tienen imperfecciones
pero contenido llevan,
nadie se haga ilusiones,
yo… no soy perfecta.
.....................................
Cuando algo sienta mal
siempre hay que retirarse
que puedes contaminar
y el aire tiende a enranciarse.
...........................................
No pongas manos en fuego
nunca, jamás, por alguien
que la lumbre no es un juego,
puedes las manos quemarte.
.............................................
Ya he cerrado una página
de mi historia ya pasada,
pero sigue en mi memoria
la huella y he de borrarla.
........................................
Cuando algo se hace mal
valor hay en reconocerlo
eso es signo de humildad
y no el seguir hiriendo.
....................................
La nobleza y la lealtad
no basta con expresarlas,
es un arte en el actuar
desde la bondad del alma.
......................................
Caigo al suelo y me levanto
y con sorpresa fatal
veo que otra vez caigo
al volver a tropezar
por no dominar mis actos…
debo de ser muy animal
al no poder remediarlo.
...........................................
La verdad y la mentira
en sucesos cuestionables
puede ser una pesadilla
porque tiene varias partes
y puede servir de comidilla
sin llegar nunca a aclararte.
............................................
Me pregunto como ha sido
el llegar hasta este punto
y veo que no ha valido
la pena tanto disgusto.
...........................................
Todo se embadurnó
por falta de trasparencia
y cometí enorme error
al querer medir las fuerzas.
.........................................
He tirado al mar la llave
para la puerta no abrir,
que la tentación no llame
que es mucho mejor así.
sábado, 22 de noviembre de 2008
Aclaración
He suprimido la rima que puse ayer porque tengo que reconocer que no supe expresarme con claridad. Mas bien parecía una ensaladilla rusa que una rima.
Saludos,
Vera
Saludos,
Vera
Se cogieron...
Se cogieron de la mano
y se acercaron a la orilla,
el mar estaba calmado,
la luna les sonreía
y en un espejo plateado
con marco de espuma blanca
sus rostros se reflejaron
con dulce brisa del alma.
Iban contando estrellas
en la piel de clara noche,
el cielo estaba muy cerca
tras los lunares se esconde
y como palomas blancas
volaron hacia el horizonte,
paseando por el cielo…
latieron sus corazones
que traspasaron barrera
de los lunares de bronce.
y se acercaron a la orilla,
el mar estaba calmado,
la luna les sonreía
y en un espejo plateado
con marco de espuma blanca
sus rostros se reflejaron
con dulce brisa del alma.
Iban contando estrellas
en la piel de clara noche,
el cielo estaba muy cerca
tras los lunares se esconde
y como palomas blancas
volaron hacia el horizonte,
paseando por el cielo…
latieron sus corazones
que traspasaron barrera
de los lunares de bronce.
jueves, 20 de noviembre de 2008
Historia de un indio
Para A.Bañón G y M.J.T.Teruel
Un indio en la pradera
junto a juncos amaneció
y se reflejó en la ladera
justo cuando el sol salió.
En los sueños interruptus
de su libre imaginación
apareció entre jazmines
su rostro dorado de sol.
Cogió machete, a caballo,
a su crin fuerte se asió
y cabalgó por el monte
sintiéndose gran cazador.
El trote del caballo
en galope se tornó,
ciervos, a la sombra
de un cactus, divisó.
Sobre su mano el machete,
y el brazo no se movía,
escopeta sobre el hombro
ojo sobre la mirilla,
los dedos sobre el gatillo
tampoco… respondían.
De repente se separó
de la manada una cría
con tan mala fortuna
que cayó en trampa urdida.
Se bajó del alazán
y corrió junto a la víctima,
supo que era tarde ya,
pues se hallaba sin vida.
Madre, traigo la pieza
que solo ella tropezó,
en su garganta dureza
porque en la trampa cayó.
No disparé mi escopeta,
nunca fui gran cazador,
dirá que soy marioneta
porque no tuve valor
y aquí le ofrezco la muestra
de lo que usted me enseñó.
Así que nada yo cacé
solo fue casualidad,
cocine esta pieza usted
que no la quise matar,
alguien puso la trampa
donde cayó el animal,
pero no me sirva carne
que carne no voy a cenar.
Si me llaman cobarde
por no quererle cazar,
perdóneme, usted madre,
ante todo es la moral.
Enseñanzas de la vida
siempre tienen la ocasión
de ocultar o no paridas
de la cuestionada condición.
Un indio en la pradera
junto a juncos amaneció
y se reflejó en la ladera
justo cuando el sol salió.
En los sueños interruptus
de su libre imaginación
apareció entre jazmines
su rostro dorado de sol.
Cogió machete, a caballo,
a su crin fuerte se asió
y cabalgó por el monte
sintiéndose gran cazador.
El trote del caballo
en galope se tornó,
ciervos, a la sombra
de un cactus, divisó.
Sobre su mano el machete,
y el brazo no se movía,
escopeta sobre el hombro
ojo sobre la mirilla,
los dedos sobre el gatillo
tampoco… respondían.
De repente se separó
de la manada una cría
con tan mala fortuna
que cayó en trampa urdida.
Se bajó del alazán
y corrió junto a la víctima,
supo que era tarde ya,
pues se hallaba sin vida.
Madre, traigo la pieza
que solo ella tropezó,
en su garganta dureza
porque en la trampa cayó.
No disparé mi escopeta,
nunca fui gran cazador,
dirá que soy marioneta
porque no tuve valor
y aquí le ofrezco la muestra
de lo que usted me enseñó.
Así que nada yo cacé
solo fue casualidad,
cocine esta pieza usted
que no la quise matar,
alguien puso la trampa
donde cayó el animal,
pero no me sirva carne
que carne no voy a cenar.
Si me llaman cobarde
por no quererle cazar,
perdóneme, usted madre,
ante todo es la moral.
Enseñanzas de la vida
siempre tienen la ocasión
de ocultar o no paridas
de la cuestionada condición.
miércoles, 19 de noviembre de 2008
Una experiencia
Cuando andaba a la deriva,
perdido entre laberintos
por experiencias vividas
encontró una bella flor
en el camino de vida
y de ella se embriagó.
¿La corto?, ¿siego su vida
solo por poder lucirla?
Bajo el sol le miró
y puso toda su magia
de belleza y de pasión
en esa lucha perdida.
Al final la flor venció
por su sencillez clara
siendo capaz de transmitir
belleza de corola y alma
al expresar con calma:
“si me cortas y te engalanas
¿qué será de ti mañana?.
Aprende a gozar de lo bello
que la naturaleza regala,
la belleza mas grande
es la que emerge del alma,
y permanecemos ciegos
cuando el egoísmo arrastra”.
Una voz del infinito
hizo que se arrodillara
y con mucho cariño
pudo a la flor besarla,
nunca antes había oído
una flor que así hablara.
perdido entre laberintos
por experiencias vividas
encontró una bella flor
en el camino de vida
y de ella se embriagó.
¿La corto?, ¿siego su vida
solo por poder lucirla?
Bajo el sol le miró
y puso toda su magia
de belleza y de pasión
en esa lucha perdida.
Al final la flor venció
por su sencillez clara
siendo capaz de transmitir
belleza de corola y alma
al expresar con calma:
“si me cortas y te engalanas
¿qué será de ti mañana?.
Aprende a gozar de lo bello
que la naturaleza regala,
la belleza mas grande
es la que emerge del alma,
y permanecemos ciegos
cuando el egoísmo arrastra”.
Una voz del infinito
hizo que se arrodillara
y con mucho cariño
pudo a la flor besarla,
nunca antes había oído
una flor que así hablara.
martes, 18 de noviembre de 2008
El abuelo ¿...? el grande
Supo que era el trabajo
desde que pudo caminar,
al dar sus primeros pasos
supo como ganarse el pan.
Su infancia transcurrió
junto a una madre querida
que le enseñó a luchar
y a ser valiente en la vida.
No le recuerdo en descanso,
él nunca parado estaba,
era de paz un remanso
reflejado en su mirada.
Amigo de sus amigos,
vecino de sus vecinos,
en el fondo, buen marido,
buen padre para sus hijos.
A todo se adaptaba,
de sus labios las quejas
poca gente escuchara
porque de ellos salían
siempre palabras sabias.
Pero poseía el orgullo
que tiene la casta brava
iba siempre por el mundo
con cabeza levantada,
sabiéndose no perfecto
la perfección buscaba.
Un niño junto al abuelo
una cometa volaba
y sobre los algarrobos
por el aire planeaba,
queriendo alcanzar el cielo
en el bancal aterrizaba.
Paciencia la del abuelo
que era abuelo del alma
porque sin llevar sus genes
gran cariño profesaba.
Hoy recuerdo al abuelo,
a su dulcificada mirada,
y mirando al infinito,
viendo una cometa en alza,
me acuden los recuerdos
de los momentos vividos
junto aquel niño travieso.
Una labranza de vida,
ladrillos, cemento, casas,
una tierra que da fruto
y poderío en las plazas.
Por el camino de vida,
se marchó el abuelo grande,
cansancio no conoció
aunque si a miserables
que van cantando canción
con letras muy cuestionables.
desde que pudo caminar,
al dar sus primeros pasos
supo como ganarse el pan.
Su infancia transcurrió
junto a una madre querida
que le enseñó a luchar
y a ser valiente en la vida.
No le recuerdo en descanso,
él nunca parado estaba,
era de paz un remanso
reflejado en su mirada.
Amigo de sus amigos,
vecino de sus vecinos,
en el fondo, buen marido,
buen padre para sus hijos.
A todo se adaptaba,
de sus labios las quejas
poca gente escuchara
porque de ellos salían
siempre palabras sabias.
Pero poseía el orgullo
que tiene la casta brava
iba siempre por el mundo
con cabeza levantada,
sabiéndose no perfecto
la perfección buscaba.
Un niño junto al abuelo
una cometa volaba
y sobre los algarrobos
por el aire planeaba,
queriendo alcanzar el cielo
en el bancal aterrizaba.
Paciencia la del abuelo
que era abuelo del alma
porque sin llevar sus genes
gran cariño profesaba.
Hoy recuerdo al abuelo,
a su dulcificada mirada,
y mirando al infinito,
viendo una cometa en alza,
me acuden los recuerdos
de los momentos vividos
junto aquel niño travieso.
Una labranza de vida,
ladrillos, cemento, casas,
una tierra que da fruto
y poderío en las plazas.
Por el camino de vida,
se marchó el abuelo grande,
cansancio no conoció
aunque si a miserables
que van cantando canción
con letras muy cuestionables.
lunes, 17 de noviembre de 2008
Un sueño
Soñé con un mundo bello
lleno de buenas intenciones
el día ya amanecía
en un estado perfecto
de bellas iluminaciones.
Cuando mas salía el sol,
la luna no se escondía,
un pulso de dos a dos
entre luceros había.
Salió el sol recostado
fumándose una pipa,
luna, sombrero de copa,
sobre sus sienes lucía.
Caballo, crin de caballo,
que por la noche galopa
era dos veces negro
al reflejarse su sombra.
Galopó hacia la luna,
lo hizo sin demora
y saludó las estrellas
entre paz y misericordia.
Siguió el caballo a galope
por esas nubes remotas
y una lágrima de lluvia
se posó sobre una rosa.
Si descifras este sueño
ponte en contacto conmigo
porque desde que soy dueño
ni yo acierto este acertijo
lleno de buenas intenciones
el día ya amanecía
en un estado perfecto
de bellas iluminaciones.
Cuando mas salía el sol,
la luna no se escondía,
un pulso de dos a dos
entre luceros había.
Salió el sol recostado
fumándose una pipa,
luna, sombrero de copa,
sobre sus sienes lucía.
Caballo, crin de caballo,
que por la noche galopa
era dos veces negro
al reflejarse su sombra.
Galopó hacia la luna,
lo hizo sin demora
y saludó las estrellas
entre paz y misericordia.
Siguió el caballo a galope
por esas nubes remotas
y una lágrima de lluvia
se posó sobre una rosa.
Si descifras este sueño
ponte en contacto conmigo
porque desde que soy dueño
ni yo acierto este acertijo
domingo, 16 de noviembre de 2008
Estimado amigo
Oí el eco de tus palabras,
pero quise olvidar lo que decías,
me sentía herida
como madrugada sin luna
y sin saber que entraba
en preparadas jugadas
seguí con mala fortuna
queriendo ganar batallas.
El reloj daba la una,
escuché una campanada,
era tarde, estaba cercano el alba
y brotó toda mi alma
con esos viejos desaires
que alguien bien conocía
y que tras sombras, silencios,
iban aumentando esa agonía
que en aletargados intentos,
maldita y cruel ironía,
me hacían caer en la trampa
de mi propia pesadilla.
Hice un nudo en los hilos
de esa lucha perdida,
sangre del alma brotó
al observar tu herida
que hiciera mi corazón…
cuando tanto te quería.
pero quise olvidar lo que decías,
me sentía herida
como madrugada sin luna
y sin saber que entraba
en preparadas jugadas
seguí con mala fortuna
queriendo ganar batallas.
El reloj daba la una,
escuché una campanada,
era tarde, estaba cercano el alba
y brotó toda mi alma
con esos viejos desaires
que alguien bien conocía
y que tras sombras, silencios,
iban aumentando esa agonía
que en aletargados intentos,
maldita y cruel ironía,
me hacían caer en la trampa
de mi propia pesadilla.
Hice un nudo en los hilos
de esa lucha perdida,
sangre del alma brotó
al observar tu herida
que hiciera mi corazón…
cuando tanto te quería.
viernes, 14 de noviembre de 2008
Orilla de espuma blanca
Orilla de espuma blanca,
las aguas están tranquilas,
entre reflejos de oro y plata.
Atardeceres de otoño
que en bonitas pinceladas
quieren sobre la mar
tu melena dibujarla.
Y el atardecer rojizo
reflejado en mar en calma
quiso así conseguirlo
poniendo belleza y alma.
Las olas vienen y van
en la tarde sosegada,
una sirena se acerca
a saludar a una barca,
extendida su melena
sobre su desnuda espalda
cubre de destellos rojos
la superficie del agua.
La tarde junto a esa orilla
es digna de ser admirada,
goza de brisa limpia
y de tu dulce mirada.
Orilla de espuma blanca,
altamar de arco iris,
ilusiones, pinceladas…
ya se gesta la vida
en estrellas reflejadas,
la luna será madrina
cuando amanezca mañana.
las aguas están tranquilas,
entre reflejos de oro y plata.
Atardeceres de otoño
que en bonitas pinceladas
quieren sobre la mar
tu melena dibujarla.
Y el atardecer rojizo
reflejado en mar en calma
quiso así conseguirlo
poniendo belleza y alma.
Las olas vienen y van
en la tarde sosegada,
una sirena se acerca
a saludar a una barca,
extendida su melena
sobre su desnuda espalda
cubre de destellos rojos
la superficie del agua.
La tarde junto a esa orilla
es digna de ser admirada,
goza de brisa limpia
y de tu dulce mirada.
Orilla de espuma blanca,
altamar de arco iris,
ilusiones, pinceladas…
ya se gesta la vida
en estrellas reflejadas,
la luna será madrina
cuando amanezca mañana.
jueves, 13 de noviembre de 2008
Inundación de 1973
El viento frío y húmedo traspasaba la ropa dejando una sensación de tener alfileres clavados en la piel. Era uno de esos días en que la mejor opción es no salir de casa. Los meteorólogos habían anunciado fuertes lluvias y un descenso abrupto de temperaturas. Como casi siempre venía sucediendo en las últimas predicciones, se tenía la esperanza de que pudiesen equivocarse.
La abuela, sobre el quicio de la puerta, miró hacia arriba y observó un cielo encapotado. Las nubes eran densas y un gris plomizo ocultaba al rey astro. Puede que lloviera aunque la sierra de Almagro aun no llevaba montera. Ella siempre había repetido lo que de sus antepasados tantas veces había escuchado: “cuando Sierra Almagrera lleva montera llueve, quiera Dios o no quiera”. La montera son nubes bajas que coronan, sin dejar ver, la cima de la descarnada y seca sierra, dejando el resto de ella en un desnudo pulcro y frío en la lejanía, tras un velo de color de opaca plata sórdida y enmudecida por la carencia del brillo de los rayos solares.
“Que no vuelva a rugir el río con fiereza desbocada”, suplicaba la anciana en silencio. Recordaba el mar de lágrimas derramadas cuando antaño el río se desbordaba y se llevaba todo lo que cogía en medio de sus turbulentas y enfurecidas aguas. No era miedo, era pánico lo que se apoderaba de las almas de los agricultores. Toda su vida, todo su esfuerzo y lucha quedaban a la merced del tiempo en solo cuestión de segundos. El río siempre toma lo que es suyo.
“Es la ley de la naturaleza la que se impone”- pensaba mientras se asomaba al cerco de alambrado espinoso que separaba la era del precipicio. No muy lejos se divisaba el lecho del río. El ruido sórdido del transcurrir de las escasas aguas, era como las sosegadas lágrimas de la esperanza ante un presente donde acecha la amenaza de un juicio natural por recobrar lo que poco a poco la agonía del hombre ha ido robando.
Se dirigió hacia el interior del hogar donde se expandía el olor a chimenea con vida. Atizó el fuego con soplos llenos de inusitada resignación. La llama roja desprendía destellos iluminando una cocina, recientemente blanqueada con cal, de diversas tonalidades de rojos, azules y amarillos. La gama de colores era diversa.
Acercó las manos frías a la chimenea en un intento de recobrar el calor perdido y paliar la sensación gélida que le embargaba. Estaba sola y preocupada. Sus pensamientos fueron sacudidos por la riada de 1973. Aún, después de pasado tanto tiempo, podía recordarlo. Sintió un escalofrío y comprobó que se le erizaba el vello del cuerpo. El río comenzó a crecer lentamente hasta llegar a lamer los troncos de los árboles frutales. En pocos minutos pudo comprobar como el agua seguía subiendo de nivel acompañado de un feroz estruendo de sonidos extraños causados por los tumultuosos remolinos. El río se sentía furioso y no desistía en su empeño de seguir ganando terreno. Tenía prisa por llegar al mar y descargarse de toda la mercancía que recogía a su paso. Arrastraba coches, utensilios de labranza y otras cosas que no llegaba a divisar porque de ella se apoderó un pánico que solo le permitía observar con la mirada perdida.
El cielo se iba oscureciendo y las gotas de agua se convirtieron en una espesa cortina que abrazaba al entorno. Cogió otro paraguas, se cubrió con un impermeable y enfundó, hasta casi las rodillas, sus pies en unas botas negras de agua. Estaba dispuesta a bajar la cuesta y llegar hasta la carretera para reunirse con su nieta, única niña que crecía en el pago, y el resto de los vecinos.
Entre los sonidos de las turbulentas aguas escuchó voces con las que estaba familiarizada… se repetían en forma de eco. Miró a su alrededor, no se veía nada. Cruzó la era con paso firme y decidido y siguió descendiendo. Ya no se veía la carretera, el agua había empezado a subir y el huerto, un poco mas abajo, estaba luchando por seguir en pie contra un fuerte oleaje. Avanzó un poco más. Algo se movía entre las aguas. Pensó que podía ser algún animal y se dispuso a retroceder. Por mucho que aumentara el caudal del enfurecido río ella estaría a salvo. Nunca podría alcanzar la altura de la era. Tenía miedo, mucho miedo.
Unas voces le hicieron volver sobre sus pasos. Los gritos venían de ese camino que ella había decidido no pasar. Dirigió la vista hacia atrás y pudo ver una sombra que portando algo en brazos corría, dirigiéndose hacia ella, tambaleándose. Era una persona la que pedía ayuda. Se armó de valentía y salió a su encuentro, despojándose de todos sus miedos, con la intención de prestarle ayuda. Cerca, pudo ver que se trataba de su suegra. Una mujer valiente y menuda que a sus ochenta y cuatro años aún tenía agallas para seguir luchando contra las adversidades de la vida. Llevaba a su biznieta de cinco años sobre su regazo. Ella le quitó a la niña y dando su mano a la anciana corrieron por la cuesta, huyendo de la subida de las aguas, para refugiarse en el hogar que sin pertenecerles en propiedad le habían dado identidad.
Divisaron entre el aguacero, la edificación de dos plantas y ventanales grandes. Cuando llegaron a la puerta se encontraron con varias personas que habitaban en la zona de la carretera. Abrió la puerta y, después de despojarse de las ropas mojadas y cubrir sus cuerpos con otras mas cálidas, se colocaron alrededor de la gran chimenea donde ardían aún los troncos. La habitación estaba caldeada. Fueron llegando más vecinos.
Todas las personas hablaban de la furia del río y de las pérdidas que tendrían cuando el caudal amainara. Se habían salvado cruzando por los montes, solo la anciana cruzó la carretera y subió la cuesta desafiando la crecida en tiempo al Almanzora.
Fueron tiempos duros. Las pérdidas fueron incalculables, no tanto por su valoración monetaria sino porque esas gentes perdieron lo poco que poseían. Meses mas tarde la bisabuela murió con los recuerdos lesionados, sufrió enajenación mental heredada por el impacto. Ella, que siempre afirmaba con convencimiento, que no quiso cruzar el charco, refiriéndose a la mar, para reunirse con la persona que amaba tuvo que cruzar el río enfurecido. En su lecho de muerte repetía: el río Almanzora se convirtió en charco para tragarme. No se la tragó el río, no pudo con ella. Nadie pudo someterla nunca a caprichos de voluntades.
Los recuerdos de la anciana se centralizaron en ese día. La sombra de su suegra comenzó a tener forma real en su memoria. Salió de su pensamiento cuando escuchó el ruido de un motor que provenía de la cuesta. De pronto todo se hizo silencio y una adolescente de pelo lacio, castaño oscuro y que exhibía un mechón pelirrojo, muy natural, empujó la puerta entornada. En tres zancadas entró en la cocina y de soslayo dirigió una mirada hacia el dormitorio de la bisabuela. Sus ojos eran reflejos ocultos de ese fuego que mantenía la tan amada chimenea.
“Hola abuela, he venido con papá. El río parece que volverá a rugir”- Dijo en un tono que intentaba restar importancia a los devaneos de la naturaleza.
¿Qué conservas de la bisabuela?- preguntó la anciana. Conocía muy bien a esa niña larguirucha que bailaba delante del espejo del armario del dormitorio del cortijo de arriba. Esa niña ya no acudía diariamente a la orilla del río pero llevaba a su cuenca en la sangre. Conocía sus historias contadas a la luz de la flameante chimenea. Esa adolescente era una esponja de silencios donde las travesuras le daban cierto toque de diferencia. La abuela la quería y se sentía amada por ella.
“Un pañuelo, un cuadro y una herradura, pero lo que mas conservo son sus recuerdos. Siento el olor a salaos y cómo al escurrirlos queman la palma de mi mano. Era una mano pequeña ¿lo recuerdas?”- se miró las manos, habían crecido. Sus dedos eran como brotes de espárragos en días lluviosos. Cerró los ojos y sintió la presencia de esa anciana que tantas historias reales de su pasado como transmitidas le contara. Escuchó su voz, percibió su aroma. Sobre la repisa de la chimenea, encima de las tazas y platos de café, pudo ver unos ojos azules de azul de cielo en un día de verano. Le miraban fijamente y en la alacena que flanqueaba la chimenea una sonrisa etérea juntaba los labios finos en mueca. Le brindaban un tibio beso.
La abuela, sobre el quicio de la puerta, miró hacia arriba y observó un cielo encapotado. Las nubes eran densas y un gris plomizo ocultaba al rey astro. Puede que lloviera aunque la sierra de Almagro aun no llevaba montera. Ella siempre había repetido lo que de sus antepasados tantas veces había escuchado: “cuando Sierra Almagrera lleva montera llueve, quiera Dios o no quiera”. La montera son nubes bajas que coronan, sin dejar ver, la cima de la descarnada y seca sierra, dejando el resto de ella en un desnudo pulcro y frío en la lejanía, tras un velo de color de opaca plata sórdida y enmudecida por la carencia del brillo de los rayos solares.
“Que no vuelva a rugir el río con fiereza desbocada”, suplicaba la anciana en silencio. Recordaba el mar de lágrimas derramadas cuando antaño el río se desbordaba y se llevaba todo lo que cogía en medio de sus turbulentas y enfurecidas aguas. No era miedo, era pánico lo que se apoderaba de las almas de los agricultores. Toda su vida, todo su esfuerzo y lucha quedaban a la merced del tiempo en solo cuestión de segundos. El río siempre toma lo que es suyo.
“Es la ley de la naturaleza la que se impone”- pensaba mientras se asomaba al cerco de alambrado espinoso que separaba la era del precipicio. No muy lejos se divisaba el lecho del río. El ruido sórdido del transcurrir de las escasas aguas, era como las sosegadas lágrimas de la esperanza ante un presente donde acecha la amenaza de un juicio natural por recobrar lo que poco a poco la agonía del hombre ha ido robando.
Se dirigió hacia el interior del hogar donde se expandía el olor a chimenea con vida. Atizó el fuego con soplos llenos de inusitada resignación. La llama roja desprendía destellos iluminando una cocina, recientemente blanqueada con cal, de diversas tonalidades de rojos, azules y amarillos. La gama de colores era diversa.
Acercó las manos frías a la chimenea en un intento de recobrar el calor perdido y paliar la sensación gélida que le embargaba. Estaba sola y preocupada. Sus pensamientos fueron sacudidos por la riada de 1973. Aún, después de pasado tanto tiempo, podía recordarlo. Sintió un escalofrío y comprobó que se le erizaba el vello del cuerpo. El río comenzó a crecer lentamente hasta llegar a lamer los troncos de los árboles frutales. En pocos minutos pudo comprobar como el agua seguía subiendo de nivel acompañado de un feroz estruendo de sonidos extraños causados por los tumultuosos remolinos. El río se sentía furioso y no desistía en su empeño de seguir ganando terreno. Tenía prisa por llegar al mar y descargarse de toda la mercancía que recogía a su paso. Arrastraba coches, utensilios de labranza y otras cosas que no llegaba a divisar porque de ella se apoderó un pánico que solo le permitía observar con la mirada perdida.
El cielo se iba oscureciendo y las gotas de agua se convirtieron en una espesa cortina que abrazaba al entorno. Cogió otro paraguas, se cubrió con un impermeable y enfundó, hasta casi las rodillas, sus pies en unas botas negras de agua. Estaba dispuesta a bajar la cuesta y llegar hasta la carretera para reunirse con su nieta, única niña que crecía en el pago, y el resto de los vecinos.
Entre los sonidos de las turbulentas aguas escuchó voces con las que estaba familiarizada… se repetían en forma de eco. Miró a su alrededor, no se veía nada. Cruzó la era con paso firme y decidido y siguió descendiendo. Ya no se veía la carretera, el agua había empezado a subir y el huerto, un poco mas abajo, estaba luchando por seguir en pie contra un fuerte oleaje. Avanzó un poco más. Algo se movía entre las aguas. Pensó que podía ser algún animal y se dispuso a retroceder. Por mucho que aumentara el caudal del enfurecido río ella estaría a salvo. Nunca podría alcanzar la altura de la era. Tenía miedo, mucho miedo.
Unas voces le hicieron volver sobre sus pasos. Los gritos venían de ese camino que ella había decidido no pasar. Dirigió la vista hacia atrás y pudo ver una sombra que portando algo en brazos corría, dirigiéndose hacia ella, tambaleándose. Era una persona la que pedía ayuda. Se armó de valentía y salió a su encuentro, despojándose de todos sus miedos, con la intención de prestarle ayuda. Cerca, pudo ver que se trataba de su suegra. Una mujer valiente y menuda que a sus ochenta y cuatro años aún tenía agallas para seguir luchando contra las adversidades de la vida. Llevaba a su biznieta de cinco años sobre su regazo. Ella le quitó a la niña y dando su mano a la anciana corrieron por la cuesta, huyendo de la subida de las aguas, para refugiarse en el hogar que sin pertenecerles en propiedad le habían dado identidad.
Divisaron entre el aguacero, la edificación de dos plantas y ventanales grandes. Cuando llegaron a la puerta se encontraron con varias personas que habitaban en la zona de la carretera. Abrió la puerta y, después de despojarse de las ropas mojadas y cubrir sus cuerpos con otras mas cálidas, se colocaron alrededor de la gran chimenea donde ardían aún los troncos. La habitación estaba caldeada. Fueron llegando más vecinos.
Todas las personas hablaban de la furia del río y de las pérdidas que tendrían cuando el caudal amainara. Se habían salvado cruzando por los montes, solo la anciana cruzó la carretera y subió la cuesta desafiando la crecida en tiempo al Almanzora.
Fueron tiempos duros. Las pérdidas fueron incalculables, no tanto por su valoración monetaria sino porque esas gentes perdieron lo poco que poseían. Meses mas tarde la bisabuela murió con los recuerdos lesionados, sufrió enajenación mental heredada por el impacto. Ella, que siempre afirmaba con convencimiento, que no quiso cruzar el charco, refiriéndose a la mar, para reunirse con la persona que amaba tuvo que cruzar el río enfurecido. En su lecho de muerte repetía: el río Almanzora se convirtió en charco para tragarme. No se la tragó el río, no pudo con ella. Nadie pudo someterla nunca a caprichos de voluntades.
Los recuerdos de la anciana se centralizaron en ese día. La sombra de su suegra comenzó a tener forma real en su memoria. Salió de su pensamiento cuando escuchó el ruido de un motor que provenía de la cuesta. De pronto todo se hizo silencio y una adolescente de pelo lacio, castaño oscuro y que exhibía un mechón pelirrojo, muy natural, empujó la puerta entornada. En tres zancadas entró en la cocina y de soslayo dirigió una mirada hacia el dormitorio de la bisabuela. Sus ojos eran reflejos ocultos de ese fuego que mantenía la tan amada chimenea.
“Hola abuela, he venido con papá. El río parece que volverá a rugir”- Dijo en un tono que intentaba restar importancia a los devaneos de la naturaleza.
¿Qué conservas de la bisabuela?- preguntó la anciana. Conocía muy bien a esa niña larguirucha que bailaba delante del espejo del armario del dormitorio del cortijo de arriba. Esa niña ya no acudía diariamente a la orilla del río pero llevaba a su cuenca en la sangre. Conocía sus historias contadas a la luz de la flameante chimenea. Esa adolescente era una esponja de silencios donde las travesuras le daban cierto toque de diferencia. La abuela la quería y se sentía amada por ella.
“Un pañuelo, un cuadro y una herradura, pero lo que mas conservo son sus recuerdos. Siento el olor a salaos y cómo al escurrirlos queman la palma de mi mano. Era una mano pequeña ¿lo recuerdas?”- se miró las manos, habían crecido. Sus dedos eran como brotes de espárragos en días lluviosos. Cerró los ojos y sintió la presencia de esa anciana que tantas historias reales de su pasado como transmitidas le contara. Escuchó su voz, percibió su aroma. Sobre la repisa de la chimenea, encima de las tazas y platos de café, pudo ver unos ojos azules de azul de cielo en un día de verano. Le miraban fijamente y en la alacena que flanqueaba la chimenea una sonrisa etérea juntaba los labios finos en mueca. Le brindaban un tibio beso.
martes, 11 de noviembre de 2008
Día de San Martín
A cada cerdo le llega,
dicen, que su San Martín
hoy que es día de santo
lo celebro desde aquí
mientras ando recordando
las matanzas que viví.
Olor a cebolla cocida
sobre las ascuas de fuego
hirviendo está la caldera
y el cerdo está gruñendo
sobre mesa de madera,
se desangra a ritmo lento
y viene a caer su sangre
sobre un limpio barreño
para hacer esas morcillas
que muy gustosos comemos.
Cierro los ojos y veo
amenazante recuerdo,
el cerdo pataleaba
hasta quedarse muy quieto
y sobre su piel, su pelo,
rasuradora, navaja,
deja su piel muy limpia,
como la plata brillaba.
Las cuerdas penden del techo
sujetando unas trabas,
el cerdo en canal está abierto
las tripas están lavadas
con limón de limonero.
Olor por toda la estancia
de sangre, olor a cerdo,
y sobre las avivadas ascuas
la magra bajo los hierros
desprende olor a matanza
a chicharrones, a almuerzo.
Magra cruda, bien cortada,
se mezcla con pimentón,
una mitad con picante
y la otra con guindilla no.
Hoy día de San Martín,
matanzas no quiero yo,
a mi me queda el rescoldo
de ese cerdo que gimió
e inundaba al pago entero
en ecos de gran dolor.
dicen, que su San Martín
hoy que es día de santo
lo celebro desde aquí
mientras ando recordando
las matanzas que viví.
Olor a cebolla cocida
sobre las ascuas de fuego
hirviendo está la caldera
y el cerdo está gruñendo
sobre mesa de madera,
se desangra a ritmo lento
y viene a caer su sangre
sobre un limpio barreño
para hacer esas morcillas
que muy gustosos comemos.
Cierro los ojos y veo
amenazante recuerdo,
el cerdo pataleaba
hasta quedarse muy quieto
y sobre su piel, su pelo,
rasuradora, navaja,
deja su piel muy limpia,
como la plata brillaba.
Las cuerdas penden del techo
sujetando unas trabas,
el cerdo en canal está abierto
las tripas están lavadas
con limón de limonero.
Olor por toda la estancia
de sangre, olor a cerdo,
y sobre las avivadas ascuas
la magra bajo los hierros
desprende olor a matanza
a chicharrones, a almuerzo.
Magra cruda, bien cortada,
se mezcla con pimentón,
una mitad con picante
y la otra con guindilla no.
Hoy día de San Martín,
matanzas no quiero yo,
a mi me queda el rescoldo
de ese cerdo que gimió
e inundaba al pago entero
en ecos de gran dolor.
domingo, 9 de noviembre de 2008
trasmana una jarra
Viajando por Internet
en viaje me he sumergido,
he visto resquebrajarse
una jarra de cuatro picos.
Si los picos se le han roto,
la jarra ya no es tan jarra,
dice que mira las nubes
con caras desdibujadas
y que con gran dignidad
la terrera ya se alza
sobre la cuenca del río
que abrazara a su infancia.
Que triste está la ribera,
que triste el pensamiento anda,
naranjos y limoneros,
jazmines de blanco plata
danzan sobre la arena
bailando música clásica.
En el cielo las estrellas
son puntillas iluminadas
y por el portal rastrea
los filos de sus enaguas.
Castañuelas de flamenco,
cuello de cisne real
sobre sus manos los dedos
sueñan con el despertar.
Ya se deslizan los pasos
al son del ritmo vital,
la arena no es ocaso,
la orilla es beso de mar.
en viaje me he sumergido,
he visto resquebrajarse
una jarra de cuatro picos.
Si los picos se le han roto,
la jarra ya no es tan jarra,
dice que mira las nubes
con caras desdibujadas
y que con gran dignidad
la terrera ya se alza
sobre la cuenca del río
que abrazara a su infancia.
Que triste está la ribera,
que triste el pensamiento anda,
naranjos y limoneros,
jazmines de blanco plata
danzan sobre la arena
bailando música clásica.
En el cielo las estrellas
son puntillas iluminadas
y por el portal rastrea
los filos de sus enaguas.
Castañuelas de flamenco,
cuello de cisne real
sobre sus manos los dedos
sueñan con el despertar.
Ya se deslizan los pasos
al son del ritmo vital,
la arena no es ocaso,
la orilla es beso de mar.
viernes, 7 de noviembre de 2008
Mar
La noche está iluminada
por una luna vigilante
y luces difuminadas
de estrellas, puntos brillantes.
Sobre la arena descalza
miro mi sombra asombrada
y en el devenir de olas
hay reflejos de zafiros y plata.
Como me ha crecido
esta melena de escarcha,
sobre mi nuca un cogido
y en mi mirada tu alma.
por una luna vigilante
y luces difuminadas
de estrellas, puntos brillantes.
Sobre la arena descalza
miro mi sombra asombrada
y en el devenir de olas
hay reflejos de zafiros y plata.
Como me ha crecido
esta melena de escarcha,
sobre mi nuca un cogido
y en mi mirada tu alma.
jueves, 6 de noviembre de 2008
El color de la piel no limita capacidades
Campos sembrados de sangre
extraída de las martirizadas venas
del fiel, noble, humilde votante
que confía en la luz de las estrellas
con esperanza incuestionable.
El pueblo se despereza,
dejad que el pueblo hable,
no existe color ni raza
en capitanía de barco
que surca olas en mareas
de un pueblo esperanzado.
Dejad que sea el pueblo
quien tome el timón de historia
y que llegue a ese puerto
cambiando su trayectoria.
Deslumbran los dientes blancos
sobre la piel de azabache,
mintió quien dijo que el negro
es pariente de un primate.
La supremacía del blanco
no es aval para nadie,
la piel no es una cadena,
su color no nos limita,
tampoco él nos libera,
que al final somos víctimas
todos de nuestras promesas
cuando olvidamos palabras
canjeadas por ofensas.
extraída de las martirizadas venas
del fiel, noble, humilde votante
que confía en la luz de las estrellas
con esperanza incuestionable.
El pueblo se despereza,
dejad que el pueblo hable,
no existe color ni raza
en capitanía de barco
que surca olas en mareas
de un pueblo esperanzado.
Dejad que sea el pueblo
quien tome el timón de historia
y que llegue a ese puerto
cambiando su trayectoria.
Deslumbran los dientes blancos
sobre la piel de azabache,
mintió quien dijo que el negro
es pariente de un primate.
La supremacía del blanco
no es aval para nadie,
la piel no es una cadena,
su color no nos limita,
tampoco él nos libera,
que al final somos víctimas
todos de nuestras promesas
cuando olvidamos palabras
canjeadas por ofensas.
jueves, 16 de octubre de 2008
El pueblo es el sufridor siempre
Siempre ante contratiempos
el pueblo es el sufridor,
temporales de lluvia, viento,
de si hace frío o calor,
de un mal o buen gobierno,
de buena o mala gestión.
Es el pueblo, a fin de cuentas,
quien se expresa mejor
porque desde la experiencia
habla con justificación.
No se trata de si estamos
cerca o lejos de siglas,
en su contra o a favor,
lo importante en esta vida
es no vivir del sudor
de todas esas familias
que confianza depositó
el día que en unas urnas,
con libertad e ilusión,
eligieron a gobernantes
para su representación.
Que sea el pueblo quien hable,
que él de su sincera opinión,
que solo el pueblo es quien sabe
por ser el beneficiado o no,
de lo buen o mal gobernante
que es su elegido regidor.
el pueblo es el sufridor,
temporales de lluvia, viento,
de si hace frío o calor,
de un mal o buen gobierno,
de buena o mala gestión.
Es el pueblo, a fin de cuentas,
quien se expresa mejor
porque desde la experiencia
habla con justificación.
No se trata de si estamos
cerca o lejos de siglas,
en su contra o a favor,
lo importante en esta vida
es no vivir del sudor
de todas esas familias
que confianza depositó
el día que en unas urnas,
con libertad e ilusión,
eligieron a gobernantes
para su representación.
Que sea el pueblo quien hable,
que él de su sincera opinión,
que solo el pueblo es quien sabe
por ser el beneficiado o no,
de lo buen o mal gobernante
que es su elegido regidor.
miércoles, 15 de octubre de 2008
Cuenca de mi río...el Almanzora
Quisiera poder cantarte,
razón de la sin razón,
quisiera poder embriagarme
poniéndote cara y voz.
Es que el paso en mi camino
no me deja detenerme
y a veces me veo en el filo
de la buena o mala suerte,
viendo como, en el desatino
de ese odiar y ese quererte,
me abandono al destino
que sin creer, quiero creerle.
Me cubro toda de jazmines,
olor que penetra en mi mente,
bañada de olas, de espuma ausente,
cubro mi alma de desnudeces
con ese olaje de muerte.
La luna llena vigila
cada paso, cada huella,…
descalza voy por la orilla
desnudando primaveras;
de jazmines y manzanilla
se cubre hoy la ladera
de esa cuenca de infancia
aguas de transparencias
donde un día esa agua
por su lecho transcurriera
en un remanso de paz,
sin ninguna turbulencia.
Hoy cierro los ojos,
peces veo, veo piedras
y el susurrar de esa agua,
que sin sembrar enojos
hace verde a su cuenca
donde el verde se diversifica,
donde todo floreciera.
Yo vuelvo a este rincón
donde candados no tengo,
no tengo armario, cajón,
ni libertad en retroceso.
Cuando escucho temporales
y el resonar de los truenos
me asomo a los ventanales
de mis lejanos recuerdos
para ver si el río sale
y puedo verlo de lejos.
razón de la sin razón,
quisiera poder embriagarme
poniéndote cara y voz.
Es que el paso en mi camino
no me deja detenerme
y a veces me veo en el filo
de la buena o mala suerte,
viendo como, en el desatino
de ese odiar y ese quererte,
me abandono al destino
que sin creer, quiero creerle.
Me cubro toda de jazmines,
olor que penetra en mi mente,
bañada de olas, de espuma ausente,
cubro mi alma de desnudeces
con ese olaje de muerte.
La luna llena vigila
cada paso, cada huella,…
descalza voy por la orilla
desnudando primaveras;
de jazmines y manzanilla
se cubre hoy la ladera
de esa cuenca de infancia
aguas de transparencias
donde un día esa agua
por su lecho transcurriera
en un remanso de paz,
sin ninguna turbulencia.
Hoy cierro los ojos,
peces veo, veo piedras
y el susurrar de esa agua,
que sin sembrar enojos
hace verde a su cuenca
donde el verde se diversifica,
donde todo floreciera.
Yo vuelvo a este rincón
donde candados no tengo,
no tengo armario, cajón,
ni libertad en retroceso.
Cuando escucho temporales
y el resonar de los truenos
me asomo a los ventanales
de mis lejanos recuerdos
para ver si el río sale
y puedo verlo de lejos.
lunes, 13 de octubre de 2008
Tu caminar en solitario
Sucedió hace algún tiempo,…
se cerraron los portales
y como equipaje el cuerpo
se trasladó a otros lugares
con profundo sentimiento
al ver que dejaba al alejarse
el ser protagonista de cuento
por amargos despertares.
Derramó lágrimas saladas
el poeta en sus versos
y en la humedad derramada
se sintió desnudo entero.
De cerca te sigue el poeta,
de cerca te siguen versos,
en las noches de tormentas,
tormentas de sentimientos,
corazón y alma expuesta
por tu nostalgia, sufrimiento
surge la voz de la rima
para acariciarte entero.
Déjame secar tus lágrimas
con paño de rima y verso,
deja que abra mi alma
para decirte te quiero
y que la muda palabra
se exprese con solo un beso.
En las noches silenciadas,
en esos duros momentos,
sentirás la mano alada
acariciando tu cuerpo,
que con ternura expresada
por esos ágiles dedos,
te llega la fuerza anhelada
que tu alma está pidiendo.
se cerraron los portales
y como equipaje el cuerpo
se trasladó a otros lugares
con profundo sentimiento
al ver que dejaba al alejarse
el ser protagonista de cuento
por amargos despertares.
Derramó lágrimas saladas
el poeta en sus versos
y en la humedad derramada
se sintió desnudo entero.
De cerca te sigue el poeta,
de cerca te siguen versos,
en las noches de tormentas,
tormentas de sentimientos,
corazón y alma expuesta
por tu nostalgia, sufrimiento
surge la voz de la rima
para acariciarte entero.
Déjame secar tus lágrimas
con paño de rima y verso,
deja que abra mi alma
para decirte te quiero
y que la muda palabra
se exprese con solo un beso.
En las noches silenciadas,
en esos duros momentos,
sentirás la mano alada
acariciando tu cuerpo,
que con ternura expresada
por esos ágiles dedos,
te llega la fuerza anhelada
que tu alma está pidiendo.
viernes, 10 de octubre de 2008
Te he buscado...
Te he buscado en otras almas
y no he encontrado la bella
y suave luz que tu corazón irradia.
Te he buscado y no te hallo.
En las madrugadas blancas
solo el frío de la escarcha
responde con el vacío
de la callada palabra.
Hoy, apenas amanecido,
he sentido el remanso de paz
de un amanecer limpio;
he reconocido tu voz
que como campo de trigo
alza sus espigas al cielo
con ese amor característico
de quien ofrece lo que tiene
al mundo, su gran amigo.
He vuelto la cabeza buscándote,
no estabas, no te he visto,
pero te he reconocido
al abrir mi alma y leer
las palabras que con amor
en ella habías escrito.
Ya sé donde encontrarte:
en campos fecundos,
en los mares, en olivos,
en cada rayo de luz…
pero nunca en el olvido.
y no he encontrado la bella
y suave luz que tu corazón irradia.
Te he buscado y no te hallo.
En las madrugadas blancas
solo el frío de la escarcha
responde con el vacío
de la callada palabra.
Hoy, apenas amanecido,
he sentido el remanso de paz
de un amanecer limpio;
he reconocido tu voz
que como campo de trigo
alza sus espigas al cielo
con ese amor característico
de quien ofrece lo que tiene
al mundo, su gran amigo.
He vuelto la cabeza buscándote,
no estabas, no te he visto,
pero te he reconocido
al abrir mi alma y leer
las palabras que con amor
en ella habías escrito.
Ya sé donde encontrarte:
en campos fecundos,
en los mares, en olivos,
en cada rayo de luz…
pero nunca en el olvido.
lunes, 6 de octubre de 2008
Abuso de poder
El poder mal acompañado
de los tintes de soberbia
al final sufre los estragos
de su propia reincidencia
y se convierten esos daños
en su propia penitencia.
Hay quienes van de amapolas
que florecen libres en la tierra,
flores parecen que son,
son solo malas hierbas
que disfrazadas de flor
creen dar justa recompensa,
eso se cree el pseudo dios
sumido en su inconsciencia,
pero es solo es la vida
la que justicia dispensa.
de los tintes de soberbia
al final sufre los estragos
de su propia reincidencia
y se convierten esos daños
en su propia penitencia.
Hay quienes van de amapolas
que florecen libres en la tierra,
flores parecen que son,
son solo malas hierbas
que disfrazadas de flor
creen dar justa recompensa,
eso se cree el pseudo dios
sumido en su inconsciencia,
pero es solo es la vida
la que justicia dispensa.
viernes, 26 de septiembre de 2008
Cuando la respuesta es silencio
Cuesta abrir los sentimientos
en público, ante la audiencia,
y más cuando son sinceros
porque en desnudez te dejan.
Pero ante el frío del silencio
la verdad es lo que impera
abrigando sentimientos
con calor de la conciencia.
En la noche baila la luna
de mano de las estrellas,
la libertad es la cuna
de expresiones sinceras.
Los silencios son metrallas
que apuntan hacia un blanco,
¿por qué callan las palabras?…
silencio están aclamando.
Los jilgueros de la noche
por la paz entonan canto,
y la paz ya es derroche
de silencios silenciados.
en público, ante la audiencia,
y más cuando son sinceros
porque en desnudez te dejan.
Pero ante el frío del silencio
la verdad es lo que impera
abrigando sentimientos
con calor de la conciencia.
En la noche baila la luna
de mano de las estrellas,
la libertad es la cuna
de expresiones sinceras.
Los silencios son metrallas
que apuntan hacia un blanco,
¿por qué callan las palabras?…
silencio están aclamando.
Los jilgueros de la noche
por la paz entonan canto,
y la paz ya es derroche
de silencios silenciados.
Carta a una amiga
Querida amiga, te escribo,
pues yo tengo un dilema,
me debato en un contra sentido
por causarme gran problema
si decidir cumplir lo prometido
o si actuaré por querencia.
Si cumplo lo prometido
será cargo de conciencia
pues el orgullo conseguido
será mi propia penitencia,
sintiéndose mi corazón herido
ya no tendrá primaveras.
Arma de doble filo
son esas dudas internas
quizás me trague el orgullo
siendo la mejor manera
de dejar libre a mi alma
que no será lo que era.
Me habló el “ángel de la guarda”
que protege a esa querencia,
me recordó las palabras
que un día yo dijera.
Su consejo estoy siguiendo,
palabras de dulzura llenas,
no me exigía nada,
ni siquiera obediencia
pero algo hay en el
y en su dedicación abnegada
que me hace bien pensar
lo que tú me aconsejabas.
¿Por qué no te hice caso?
La verdad la veo clara
ahora solo tengo que regresar
a mis propios sentimientos
y necesito tu mano,
tu mano ya no la tengo.
Y a pesar de los pesares
tu malestar yo entiendo,
ya no quiero molestarte,
no escuché tu consejo.
Para ti querida, amiga,
desde mi corazón un beso,
iré libre por la vida,
pero sí que te agradezco
el que sacudieras los muros
de, éste, mi orgullo interno.
PD.: te quiero.
pues yo tengo un dilema,
me debato en un contra sentido
por causarme gran problema
si decidir cumplir lo prometido
o si actuaré por querencia.
Si cumplo lo prometido
será cargo de conciencia
pues el orgullo conseguido
será mi propia penitencia,
sintiéndose mi corazón herido
ya no tendrá primaveras.
Arma de doble filo
son esas dudas internas
quizás me trague el orgullo
siendo la mejor manera
de dejar libre a mi alma
que no será lo que era.
Me habló el “ángel de la guarda”
que protege a esa querencia,
me recordó las palabras
que un día yo dijera.
Su consejo estoy siguiendo,
palabras de dulzura llenas,
no me exigía nada,
ni siquiera obediencia
pero algo hay en el
y en su dedicación abnegada
que me hace bien pensar
lo que tú me aconsejabas.
¿Por qué no te hice caso?
La verdad la veo clara
ahora solo tengo que regresar
a mis propios sentimientos
y necesito tu mano,
tu mano ya no la tengo.
Y a pesar de los pesares
tu malestar yo entiendo,
ya no quiero molestarte,
no escuché tu consejo.
Para ti querida, amiga,
desde mi corazón un beso,
iré libre por la vida,
pero sí que te agradezco
el que sacudieras los muros
de, éste, mi orgullo interno.
PD.: te quiero.
jueves, 25 de septiembre de 2008
De corazón a corazón
En mi retiro unos días
he podido comprobar
la actitud de la justicia
y lo que es amistad.
En mi niña, una tristeza,
corazón de bondad
entre pétalos de rosa
que sabe que es amar.
Los silencios son tan grandes
que me hacen reflexionar
analizando lo que nadie
consiguió con su amistad.
Manoletinas al aire,
con sorna y con humor
a danzarlas me enseñaste,
pero dime corazón:
¿por qué mi herida se abre?
No contestes, por favor,
no lo cuentes,
a nadie debes contarle
lo que sufre el ruiseñor
cuando no puede escucharte
y ronca le sale la voz
al una canción entonarte.
Yo sueño con los caminos,
flores de la pasión
y voy aceptando el destino
pero nunca la traición.
Cuánto amor en tu pecho
encierra tu corazón,
déjame ver tu sonrisa,
no me prives de tu olor
que seré como la brisa
del día que amaneció.
Tiéndeme tu mano amante,
que no resquebraje mi voz,
seré como el caminante
que tus huellas secundó.
Cuánto amor hay en tu pecho,
cuánto en tu corazón.
he podido comprobar
la actitud de la justicia
y lo que es amistad.
En mi niña, una tristeza,
corazón de bondad
entre pétalos de rosa
que sabe que es amar.
Los silencios son tan grandes
que me hacen reflexionar
analizando lo que nadie
consiguió con su amistad.
Manoletinas al aire,
con sorna y con humor
a danzarlas me enseñaste,
pero dime corazón:
¿por qué mi herida se abre?
No contestes, por favor,
no lo cuentes,
a nadie debes contarle
lo que sufre el ruiseñor
cuando no puede escucharte
y ronca le sale la voz
al una canción entonarte.
Yo sueño con los caminos,
flores de la pasión
y voy aceptando el destino
pero nunca la traición.
Cuánto amor en tu pecho
encierra tu corazón,
déjame ver tu sonrisa,
no me prives de tu olor
que seré como la brisa
del día que amaneció.
Tiéndeme tu mano amante,
que no resquebraje mi voz,
seré como el caminante
que tus huellas secundó.
Cuánto amor hay en tu pecho,
cuánto en tu corazón.
miércoles, 24 de septiembre de 2008
Silencios
Esta noche de silencio,
voy a seguir rimando,
porque lo que mas quiero
de mí se está alejando.
¿Es traición? ¿Es desespero?
yo… ya juzgarlo no quiero
que ya he visto bastante
en mis largos silencios
y a mi palabra no callan
ni estrellas, ni luceros,
que nací para cantar
con profundo sentimiento.
Las notas de mi garganta
salen en rimas, en versos,
acompañadas del ritmo
de un corazón sincero.
voy a seguir rimando,
porque lo que mas quiero
de mí se está alejando.
¿Es traición? ¿Es desespero?
yo… ya juzgarlo no quiero
que ya he visto bastante
en mis largos silencios
y a mi palabra no callan
ni estrellas, ni luceros,
que nací para cantar
con profundo sentimiento.
Las notas de mi garganta
salen en rimas, en versos,
acompañadas del ritmo
de un corazón sincero.
martes, 23 de septiembre de 2008
Cubierta de lunas voy
Jefe de la tribu,
a ti, mi querido indio,
noche de lunas blancas,
de lágrimas y delirios,
te dedico estas rimas
desde mi lugar de retiro.
Se suele hacer leña,
dicen, del árbol caído
y el árbol cae a la tierra
como pájaro malherido
cuando sutiles lenguas,
afiladas como cuchillos
se recubren de amistad
en contubernios de anillos.
Solapadas lunas blancas
en imaginario eclipse
donde la noche no es negra
y la palabra desdice
que no hay escarcha en la noche
y ni en colores matices.
Cubierta voy de lunas,
de falsedades voy triste
y como el acero siento
fortaleza en desvivires.
Junto a la orilla del mar
las olas besan mis pies
y una estrella fugaz
me sonríe en su camino
dándome la libertad
de seguir con estas rimas
lejos de falsa amistad.
a ti, mi querido indio,
noche de lunas blancas,
de lágrimas y delirios,
te dedico estas rimas
desde mi lugar de retiro.
Se suele hacer leña,
dicen, del árbol caído
y el árbol cae a la tierra
como pájaro malherido
cuando sutiles lenguas,
afiladas como cuchillos
se recubren de amistad
en contubernios de anillos.
Solapadas lunas blancas
en imaginario eclipse
donde la noche no es negra
y la palabra desdice
que no hay escarcha en la noche
y ni en colores matices.
Cubierta voy de lunas,
de falsedades voy triste
y como el acero siento
fortaleza en desvivires.
Junto a la orilla del mar
las olas besan mis pies
y una estrella fugaz
me sonríe en su camino
dándome la libertad
de seguir con estas rimas
lejos de falsa amistad.
Silencio
No hagas nada,
guarda silencio,
que nadie sepa
de ese sufrimiento.
Guarda la pena
en el baúl del tiempo
junto a los astros
del inmenso cielo.
Todo ha pasado,
no existe nada,
verdades falsas
planean en vuelo,
heridos sueños,
en el recuerdo.
No hagas nada,
guarda silencio.
guarda silencio,
que nadie sepa
de ese sufrimiento.
Guarda la pena
en el baúl del tiempo
junto a los astros
del inmenso cielo.
Todo ha pasado,
no existe nada,
verdades falsas
planean en vuelo,
heridos sueños,
en el recuerdo.
No hagas nada,
guarda silencio.
domingo, 21 de septiembre de 2008
C.H:H
Hoy para ti, mi niña
la rima lleva una lágrima,
ya en tu historia de vida
terminas de cerrar página,
Padre, madre, para ti
Francisco, fue todo, nada,
y en ti bella niña observo,
tristeza en tu propia alma.
Déjame beber los vientos,
por favor no digas nada
que se leer en silencios
que brotan desde tu alma.
Los niños te están esperando
tras la puerta de tu casa,
dale el amor y calor
que desprende tu pecho.
Dale todo lo que a ti
en tu infancia te dieron,
Francisco te mira a ti…
desde estrellas, desde el cielo.
Hoy triste, desolada,
te dí abrazo sincero,
dime niña de mi alma
por qué lloran los luceros
si en tu vida todo es calma,
con Manuel y un te quiero.
la rima lleva una lágrima,
ya en tu historia de vida
terminas de cerrar página,
Padre, madre, para ti
Francisco, fue todo, nada,
y en ti bella niña observo,
tristeza en tu propia alma.
Déjame beber los vientos,
por favor no digas nada
que se leer en silencios
que brotan desde tu alma.
Los niños te están esperando
tras la puerta de tu casa,
dale el amor y calor
que desprende tu pecho.
Dale todo lo que a ti
en tu infancia te dieron,
Francisco te mira a ti…
desde estrellas, desde el cielo.
Hoy triste, desolada,
te dí abrazo sincero,
dime niña de mi alma
por qué lloran los luceros
si en tu vida todo es calma,
con Manuel y un te quiero.
martes, 9 de septiembre de 2008
La amistad no muere así como así
Yo escribí un día
rima para una amiga,
si a escribirla volviera
la misma rima le hiciera.
El campo está en barbecho,
añoranza y melancolía,
cielo estrellado, sin techo,
a causa de la ironía.
No se si fuiste tú,
no se si fui yo,
hoy tengo la certeza
de que perdimos las dos.
Me sumerjo en el recuerdo,
no se lo que pasó,
analizados los hechos
para ti esta canción
ocultada entre rimas
en un amanecer sin sol.
Voy a vivir primaveras
del campo, ya amaneció,
no voy a entrar en quimeras,
rehuiré de la tentación
y tu amistad por bandera
ondeará en mi corazón.
rima para una amiga,
si a escribirla volviera
la misma rima le hiciera.
El campo está en barbecho,
añoranza y melancolía,
cielo estrellado, sin techo,
a causa de la ironía.
No se si fuiste tú,
no se si fui yo,
hoy tengo la certeza
de que perdimos las dos.
Me sumerjo en el recuerdo,
no se lo que pasó,
analizados los hechos
para ti esta canción
ocultada entre rimas
en un amanecer sin sol.
Voy a vivir primaveras
del campo, ya amaneció,
no voy a entrar en quimeras,
rehuiré de la tentación
y tu amistad por bandera
ondeará en mi corazón.
sábado, 5 de julio de 2008
Voy a apagar
Voy a apagar las luces
para mirar las estrellas
sobre el manto de la noche
de un alma de mar serena.
Ni una voz, ni un reproche,
está acogedora la luna,
brilla como la arena
que besa el agua salada
y en antifaz no se esconde,
no le merece la pena.
Olas que vienen, olas que van
besando la orilla
para volverse a marchar
con peineta y mantilla
de entretejido social.
Que triste puede ser
mirar y ver manos vacías,
puñaladas por doquier
con aplausos de sonrisas..
Voy a apagar las luces,
oscuro de noche manto,
dulce, acariciadora brisa
y en el silencio el salmo
se corona la tristeza
que tristeza anda ahogando
entre fluidas sonrisas,
entre fluido cántico.
para mirar las estrellas
sobre el manto de la noche
de un alma de mar serena.
Ni una voz, ni un reproche,
está acogedora la luna,
brilla como la arena
que besa el agua salada
y en antifaz no se esconde,
no le merece la pena.
Olas que vienen, olas que van
besando la orilla
para volverse a marchar
con peineta y mantilla
de entretejido social.
Que triste puede ser
mirar y ver manos vacías,
puñaladas por doquier
con aplausos de sonrisas..
Voy a apagar las luces,
oscuro de noche manto,
dulce, acariciadora brisa
y en el silencio el salmo
se corona la tristeza
que tristeza anda ahogando
entre fluidas sonrisas,
entre fluido cántico.
martes, 1 de julio de 2008
Hay personas...
Hay personas importantes
por su forma de pensar
y de importancia no saben,
su comportamiento es natural.
Hay personas que aspiran
a ser importantes no mas
y se pasan toda su vida
probando como actuar.
Hay quien vive de aplausos
de ellos tienen necesidad
son personas adictas
a la representación teatral.
Hay personas estelares
por su sencillez y bondad
y las hay con avaricia,
egoísmo… sin saciedad,
por su forma de pensar
y de importancia no saben,
su comportamiento es natural.
Hay personas que aspiran
a ser importantes no mas
y se pasan toda su vida
probando como actuar.
Hay quien vive de aplausos
de ellos tienen necesidad
son personas adictas
a la representación teatral.
Hay personas estelares
por su sencillez y bondad
y las hay con avaricia,
egoísmo… sin saciedad,
domingo, 22 de junio de 2008
La sensibilidad...
La sensibilidad hiere
como espada de Damocles.
De sensibilidad se envuelve
viviendo de los placeres
de primaveras e inviernos
y entre burbuja de agujas
afiladas de frío hielo
vive vivencias amadas
aparentando ser acero.
El hielo está casi derretido
por un corazón de fuego
donde habitan los dragones
rojos de sentimientos
en perpetua consonancia
con el sentir sincero.
Morada de los leones
fuertemente guerrilleros,
defensores muy fieles
de todo lo verdadero.
Entre la senda dura de vida
la razón y el puro sentimiento
se están conjugando en rima
y quieren romper el silencio.
La razón no está perdida,
en la era del alma
pare el corazón la vida
entre sentimientos en calma
de la quietud dolorida.
Déjale beber tus besos,
déjale lamer tu herida,
déjale vivir sin sombras
que va denunciando hechos
basados en la mentira.
La alondra le está acunando,
el jilguero nana canta
a ese niño prematuro
que sacude la garganta
de la parturienta alma.
En una mano una rosa,
en la otra una espada
la criatura ya solloza
por la mentira que espanta.
como espada de Damocles.
De sensibilidad se envuelve
viviendo de los placeres
de primaveras e inviernos
y entre burbuja de agujas
afiladas de frío hielo
vive vivencias amadas
aparentando ser acero.
El hielo está casi derretido
por un corazón de fuego
donde habitan los dragones
rojos de sentimientos
en perpetua consonancia
con el sentir sincero.
Morada de los leones
fuertemente guerrilleros,
defensores muy fieles
de todo lo verdadero.
Entre la senda dura de vida
la razón y el puro sentimiento
se están conjugando en rima
y quieren romper el silencio.
La razón no está perdida,
en la era del alma
pare el corazón la vida
entre sentimientos en calma
de la quietud dolorida.
Déjale beber tus besos,
déjale lamer tu herida,
déjale vivir sin sombras
que va denunciando hechos
basados en la mentira.
La alondra le está acunando,
el jilguero nana canta
a ese niño prematuro
que sacude la garganta
de la parturienta alma.
En una mano una rosa,
en la otra una espada
la criatura ya solloza
por la mentira que espanta.
lunes, 16 de junio de 2008
Noche de feria
Fue una noche de farolillos
y bullicio de una feria,
entre rock y fandanguillos
se consolidó una apuesta.
Salieron cuatro amigas
a ver quien ligaba de ellas
llegaron a la boca del río
sonrientes y contentas.
Se cruzaron dos miradas
en medio de las estrellas,
la gente ya no fue gente
ni luces había de fiesta
nunca supieron como
marcó su mirar vivencia.
El fue con paso firme
ojos de luna bella,
pelo negro, azabache,
y una sonrisa abierta,
se entrelazaron sus manos
bailando al son de una orquesta,
al ritmo de Santa Lucía
movían cuerpos… piernas.
Si era muy ágil ella
flexible el mas sería,
no sabían en ese momento
que sus vidas unirían
marcadas por pasión y tormento
de amores y lejanías.
La vida hizo su jugada,
jugada que les separaría
marcando una distancia
de silencio y melancolía.
El siempre le dijo “te quiero”,
ella no le creía,
sus labios enmudecidos
nunca le responderían.
Corazones que están cerca,
muy unidos estuvieron
separados por caminos
de un azar traicionero.
Pero el destino volvió
con su jugar travieso
a juntar dos caminos
de lealtad y de silencio.
El con su paciencia,
ella con su mucho miedo,
aún en su alma sangra
aquel silenciado te quiero.
y bullicio de una feria,
entre rock y fandanguillos
se consolidó una apuesta.
Salieron cuatro amigas
a ver quien ligaba de ellas
llegaron a la boca del río
sonrientes y contentas.
Se cruzaron dos miradas
en medio de las estrellas,
la gente ya no fue gente
ni luces había de fiesta
nunca supieron como
marcó su mirar vivencia.
El fue con paso firme
ojos de luna bella,
pelo negro, azabache,
y una sonrisa abierta,
se entrelazaron sus manos
bailando al son de una orquesta,
al ritmo de Santa Lucía
movían cuerpos… piernas.
Si era muy ágil ella
flexible el mas sería,
no sabían en ese momento
que sus vidas unirían
marcadas por pasión y tormento
de amores y lejanías.
La vida hizo su jugada,
jugada que les separaría
marcando una distancia
de silencio y melancolía.
El siempre le dijo “te quiero”,
ella no le creía,
sus labios enmudecidos
nunca le responderían.
Corazones que están cerca,
muy unidos estuvieron
separados por caminos
de un azar traicionero.
Pero el destino volvió
con su jugar travieso
a juntar dos caminos
de lealtad y de silencio.
El con su paciencia,
ella con su mucho miedo,
aún en su alma sangra
aquel silenciado te quiero.
lunes, 9 de junio de 2008
Madre
Madre por tus consejos
yo seguiré adelante
pues sabes mucho de mí
y de mis voluntades,
del tesón con que a la vida
me enfrento, tú me enseñaste.
Nunca puedo ser esquirol,
eso sí que bien lo sabes,
me dijiste que triunfan
ante todo las verdades
y por la verdad yo muero
aunque no le importe a nadie.
Muero por la honorabilidad
hasta casi desangrarme,
y como marino del mar
lucho contra tempestades
de conciencias obsoletas,…
por mis venas corre sangre
de amor y fidelidad
a leyes que son legales.
Hoy por ti, madre,
no soltaré el timón…
mi barco navegará
a favor de la justicia,…
nadie pudo poner precio
a mi lealtad y conciencia…
creo que es de necios
vivir a costa de rentas,
de lo que no se suda
y se ganó con miseria.
Nada tengo, nada quiero,
solo dormir a pierna suelta,
una salud de hierro
y aguantar las insolencias
de los cacos que avaricia
llevan en su bandera.
Madre, nada me hiere,
vengo ya de vuelta,
los cuentos puede que fuesen
cuentos que no creyera….
madrastras de Blancanieves
hay mas que princesas.
yo seguiré adelante
pues sabes mucho de mí
y de mis voluntades,
del tesón con que a la vida
me enfrento, tú me enseñaste.
Nunca puedo ser esquirol,
eso sí que bien lo sabes,
me dijiste que triunfan
ante todo las verdades
y por la verdad yo muero
aunque no le importe a nadie.
Muero por la honorabilidad
hasta casi desangrarme,
y como marino del mar
lucho contra tempestades
de conciencias obsoletas,…
por mis venas corre sangre
de amor y fidelidad
a leyes que son legales.
Hoy por ti, madre,
no soltaré el timón…
mi barco navegará
a favor de la justicia,…
nadie pudo poner precio
a mi lealtad y conciencia…
creo que es de necios
vivir a costa de rentas,
de lo que no se suda
y se ganó con miseria.
Nada tengo, nada quiero,
solo dormir a pierna suelta,
una salud de hierro
y aguantar las insolencias
de los cacos que avaricia
llevan en su bandera.
Madre, nada me hiere,
vengo ya de vuelta,
los cuentos puede que fuesen
cuentos que no creyera….
madrastras de Blancanieves
hay mas que princesas.
jueves, 5 de junio de 2008
www.elburladerogarruchero
Burladero de Garrucha
sobre la arena callada
defended el malecón
con sus barcos y barcas.
Defended vuestra memoria
en arena silenciada,
pescado fresco ya traen,
frescas son vuestras gambas,
rojas y a mar saben
después de probar la plancha,
esa de vuelta y vuelta
cubierta de fuego y sal
que acarician el paladar…
marineros de miseria,
marineros de altamar
que saben cuando salen…
nunca si volverán.
La Juventud de Garrucha
ya anda cruzando el mar,
pues se mantiene en lucha
con mentiras y realidad.
Burladero…burladero,
ancho y estrecho mar,
miseria de pescadores
que faenan en alta mar.
Con su arte Anabel
hace a mi cuerpo cimbrear
en cada ese su taconeo
hay trote de libertad.
Desgarro de la guitarra
en una danza sin par,
aleteo de mariposas,
barcas que pescando están.
De tierra hay marineros,
voces en libertad,
ese es el “Burladero”
que crece en sociedad.
sobre la arena callada
defended el malecón
con sus barcos y barcas.
Defended vuestra memoria
en arena silenciada,
pescado fresco ya traen,
frescas son vuestras gambas,
rojas y a mar saben
después de probar la plancha,
esa de vuelta y vuelta
cubierta de fuego y sal
que acarician el paladar…
marineros de miseria,
marineros de altamar
que saben cuando salen…
nunca si volverán.
La Juventud de Garrucha
ya anda cruzando el mar,
pues se mantiene en lucha
con mentiras y realidad.
Burladero…burladero,
ancho y estrecho mar,
miseria de pescadores
que faenan en alta mar.
Con su arte Anabel
hace a mi cuerpo cimbrear
en cada ese su taconeo
hay trote de libertad.
Desgarro de la guitarra
en una danza sin par,
aleteo de mariposas,
barcas que pescando están.
De tierra hay marineros,
voces en libertad,
ese es el “Burladero”
que crece en sociedad.
domingo, 1 de junio de 2008
Mis imperfecciones
En una clase Express
urgente en orientación
en planos yo me orienté
llegando a la conclusión:
Vera tiene el norte
en los Cuatro Caños,
el sur en la Plaza de Toros,
el oeste en el Espíritu Santo
y el este sabe cualquiera
si el punto de referencia
puede ser Sierra Almagrera.
Ponte con los brazos en cruz,
me decían los colegas,
mira hacia el sur, Cádiz,
y darle la vuelta entera
al reloj de orientación
de la Geografía completa.
A la espalda tienes el norte
el este tienes a la izquierda
y el oeste, querida,
lo tienes a tu derecha.
Decidme donde está Cádiz
para mirarle de frente,
mi espalda no me interesa,
ni me interesa la gente
que a la envidia alimenta.
Yo me alimento de actos,
no soy pluscuamperfecta,
a lo largo de la vida
nunca quise aparentarlo
solo por esa conciencia
que dice que los humanos
mejoran con la experiencia
de ese su vivir diario
en lucha contra apariencias.
Decidme donde está el norte,
dónde la primavera,
dónde el verano angosto
que deja a la cuenca seca.
Decidme de las verdades,
orientación no me interesa,
voy aprendiendo en la vida
sobre orgullo y miserias
de deslealtades y barullos
que sin sentirlo se expresa.
Vosotros que tanto sabéis
sobre la letra impresa
nunca me justifiquéis
deslealtades con mentiras
con leyes que se interpretan.
Decidme dónde está Cádiz
que con ritmo de habaneras
yo me beberé ese cáliz
amargo como la tuera
viendo como las palabras
en lentitud se desperezan…
podré ver amaneceres
de despertar de conciencias.
Nos reiremos…amaneceres
que abren surcos en la tierra
donde semillas perecen
si con amor no se riegan.
urgente en orientación
en planos yo me orienté
llegando a la conclusión:
Vera tiene el norte
en los Cuatro Caños,
el sur en la Plaza de Toros,
el oeste en el Espíritu Santo
y el este sabe cualquiera
si el punto de referencia
puede ser Sierra Almagrera.
Ponte con los brazos en cruz,
me decían los colegas,
mira hacia el sur, Cádiz,
y darle la vuelta entera
al reloj de orientación
de la Geografía completa.
A la espalda tienes el norte
el este tienes a la izquierda
y el oeste, querida,
lo tienes a tu derecha.
Decidme donde está Cádiz
para mirarle de frente,
mi espalda no me interesa,
ni me interesa la gente
que a la envidia alimenta.
Yo me alimento de actos,
no soy pluscuamperfecta,
a lo largo de la vida
nunca quise aparentarlo
solo por esa conciencia
que dice que los humanos
mejoran con la experiencia
de ese su vivir diario
en lucha contra apariencias.
Decidme donde está el norte,
dónde la primavera,
dónde el verano angosto
que deja a la cuenca seca.
Decidme de las verdades,
orientación no me interesa,
voy aprendiendo en la vida
sobre orgullo y miserias
de deslealtades y barullos
que sin sentirlo se expresa.
Vosotros que tanto sabéis
sobre la letra impresa
nunca me justifiquéis
deslealtades con mentiras
con leyes que se interpretan.
Decidme dónde está Cádiz
que con ritmo de habaneras
yo me beberé ese cáliz
amargo como la tuera
viendo como las palabras
en lentitud se desperezan…
podré ver amaneceres
de despertar de conciencias.
Nos reiremos…amaneceres
que abren surcos en la tierra
donde semillas perecen
si con amor no se riegan.
lunes, 26 de mayo de 2008
No creo nada
Suena el teléfono,
una llamada.
Tu voz de nuevo…
escucho en silencio,
no creo nada.
Las amapolas, grises,
se columpian
en el aire triste
de ausentes hadas.
Escucho tu voz,
no creo nada.
Verdes matices,
bancales de alfalfa
en los campos libres
de la cuenca árida.
Escucho tu voz,
no creo nada.
Poesía en el viento,
rimas nostálgicas
que son lamento
de verdad callada.
Escucho tu voz,
no creo nada.
Verdades y mentiras
andan aliadas
en el mar inmenso
de historia adulterada.
Se rasga el silencio
en la ensenada
donde los luceros
corren, bailan,
entre los recuerdos
dormidos del alma.
Descuelgo el teléfono,
no me creo nada
Taconeo de flores
en dulce danza
donde el flamenco
besa a la clásica,
suena el piano,
dulce guitarra
donde a castañuelas
acompañan palmas.
Escucho tu voz,
no creo nada.
una llamada.
Tu voz de nuevo…
escucho en silencio,
no creo nada.
Las amapolas, grises,
se columpian
en el aire triste
de ausentes hadas.
Escucho tu voz,
no creo nada.
Verdes matices,
bancales de alfalfa
en los campos libres
de la cuenca árida.
Escucho tu voz,
no creo nada.
Poesía en el viento,
rimas nostálgicas
que son lamento
de verdad callada.
Escucho tu voz,
no creo nada.
Verdades y mentiras
andan aliadas
en el mar inmenso
de historia adulterada.
Se rasga el silencio
en la ensenada
donde los luceros
corren, bailan,
entre los recuerdos
dormidos del alma.
Descuelgo el teléfono,
no me creo nada
Taconeo de flores
en dulce danza
donde el flamenco
besa a la clásica,
suena el piano,
dulce guitarra
donde a castañuelas
acompañan palmas.
Escucho tu voz,
no creo nada.
jueves, 22 de mayo de 2008
Cruella del siglo XXI
Si le cierran la ventana
solo queda la escarcha,
la vida no sabe a nada
de soledad embriagada.
Si le cierran la ventana
dominio virtual de almas
donde tras de la pantalla
se alejan viejos fantasmas
Cruella se cubrirá de negro
al desaparecer los dálmatas
en cada tecla e invento
de su vida reinventada.
¿Qué dirá Cruella de ello?
¿En quién pondrá su mirada?
¿Quién la aplaudirá ahora
en ocaso de su mañana?.
Las estrellas de la noche
deslucirán a su alma,
en sus ojos habrá derroche
de su miseria callada.
¿Qué hará la amable Cruella
sin sus fans y sin farándula?
Envejecerá muy sola
junto al portal de su casa,
recordará las glorias
de su amabilidad falsa
y un ápice de su memoria
gritará: “No eres nada
aunque quisiste ser rosa
eres solo flor ajada”.
solo queda la escarcha,
la vida no sabe a nada
de soledad embriagada.
Si le cierran la ventana
dominio virtual de almas
donde tras de la pantalla
se alejan viejos fantasmas
Cruella se cubrirá de negro
al desaparecer los dálmatas
en cada tecla e invento
de su vida reinventada.
¿Qué dirá Cruella de ello?
¿En quién pondrá su mirada?
¿Quién la aplaudirá ahora
en ocaso de su mañana?.
Las estrellas de la noche
deslucirán a su alma,
en sus ojos habrá derroche
de su miseria callada.
¿Qué hará la amable Cruella
sin sus fans y sin farándula?
Envejecerá muy sola
junto al portal de su casa,
recordará las glorias
de su amabilidad falsa
y un ápice de su memoria
gritará: “No eres nada
aunque quisiste ser rosa
eres solo flor ajada”.
miércoles, 21 de mayo de 2008
Nada quiero, no mendigo
Nada quiero, no mendigo,
anverso y reverso de moneda
yo lo aprendí contigo.
Me recosté en tu pecho
buscando tener abrigo
y sentí un helor inmenso
cuando me acunó tu frío.
Luz triste de quinqueles,
luz de luna sobre el río
cuando los amaneceres
actúan sobre el rocío
secando la piel mojada
de los naranjos y olivos.
Eso mismo sucedió,
hubo entusiasmo perdido,
cuando los soles estivales
negaron la lluvia al río
y por su cuenca seca
anduve por las veredas
con humor y desafío.
Luz de lunas y de soles
en ciudades y caminos,
viste de blanco a la noche
y al día viste de amarillo.
Nada quiero, no mendigo.
Dignidad del labrador
que lleva azadón consigo
aun sabiendo que tierras
pocas hay de regadío.
El va limpiando acequias
para regar sus cultivos
porque él ama la hacienda
que siempre le dio cobijo.
Nada quiero, no mendigo.
anverso y reverso de moneda
yo lo aprendí contigo.
Me recosté en tu pecho
buscando tener abrigo
y sentí un helor inmenso
cuando me acunó tu frío.
Luz triste de quinqueles,
luz de luna sobre el río
cuando los amaneceres
actúan sobre el rocío
secando la piel mojada
de los naranjos y olivos.
Eso mismo sucedió,
hubo entusiasmo perdido,
cuando los soles estivales
negaron la lluvia al río
y por su cuenca seca
anduve por las veredas
con humor y desafío.
Luz de lunas y de soles
en ciudades y caminos,
viste de blanco a la noche
y al día viste de amarillo.
Nada quiero, no mendigo.
Dignidad del labrador
que lleva azadón consigo
aun sabiendo que tierras
pocas hay de regadío.
El va limpiando acequias
para regar sus cultivos
porque él ama la hacienda
que siempre le dio cobijo.
Nada quiero, no mendigo.
lunes, 19 de mayo de 2008
A veces
A veces nos preocupamos
de cosas sin importancia
dándole mas de la cuenta
vueltas a las circunstancias.
Circunstancias pasajeras
sin una razón de ser,
nos envolvemos en quimeras
sin saber nunca el por qué.
Entre tanto desatendemos
lo bueno de nuestra vida
el por qué estamos aquí…
perdemos tiempo en paridas.
Hay cosas mas importantes
que no hay que abandonar:
la lucha contra el hambre
el intentar conseguir la paz,
la lucha contra injusticias,
la lucha por la igualdad.
de cosas sin importancia
dándole mas de la cuenta
vueltas a las circunstancias.
Circunstancias pasajeras
sin una razón de ser,
nos envolvemos en quimeras
sin saber nunca el por qué.
Entre tanto desatendemos
lo bueno de nuestra vida
el por qué estamos aquí…
perdemos tiempo en paridas.
Hay cosas mas importantes
que no hay que abandonar:
la lucha contra el hambre
el intentar conseguir la paz,
la lucha contra injusticias,
la lucha por la igualdad.
jueves, 15 de mayo de 2008
No hubo doble intención...
No hubo doble intención.
Era tan puro y tan sano
el sentimiento que le impulsó
como la planta del campo
que nadie nunca sembró
y creció en tierra fértil
bajo la luz del sol
admirando al cielo azul,
a la bondad de la gente
que tiene buen corazón.
Se encontró de tu mano,
con tu amor desinteresado,
sirviendo siempre de guía
tu corazón templado…
el aire la lastimó
porque no supo expresarse,
no supo hacerlo, no.
No hubo doble intención.
No existe doble intención,
solo tiene una queja
y es de su inexperiencia
en el mundo frío de teclas
al que nunca comprendió.
No hay doble intención.
Son sentimientos hermosos
que conservarán la frescura
de una hermosa y perenne flor.
Los sentimientos perniciosos
nacidos de un mar de dudas
perecieron al germinar tu amor.
No hay doble intención.
Era tan puro y tan sano
el sentimiento que le impulsó
como la planta del campo
que nadie nunca sembró
y creció en tierra fértil
bajo la luz del sol
admirando al cielo azul,
a la bondad de la gente
que tiene buen corazón.
Se encontró de tu mano,
con tu amor desinteresado,
sirviendo siempre de guía
tu corazón templado…
el aire la lastimó
porque no supo expresarse,
no supo hacerlo, no.
No hubo doble intención.
No existe doble intención,
solo tiene una queja
y es de su inexperiencia
en el mundo frío de teclas
al que nunca comprendió.
No hay doble intención.
Son sentimientos hermosos
que conservarán la frescura
de una hermosa y perenne flor.
Los sentimientos perniciosos
nacidos de un mar de dudas
perecieron al germinar tu amor.
No hay doble intención.
martes, 13 de mayo de 2008
Dime que quieres de mí.
Dime que quieres de mí,
dime lo que tú quisiste,
huyo de l@s pica en flor,
cuando mi herida abriste
y veo que mi familia
es todo lo que persiste.
Me acuno entre unos brazos,
manantial del amor,
el amor que tuviste
lo dejaste escapar
pensando que tú podrías
una historia reinventar.
En el jardín de mi alma
solo fuiste una abeja más
que se iba alimentando
con savia de un rosal.
Abnegaste los jardines
pensando en la diversidad
cuando eras marioneta
de tu deshonestidad.
Creíste ser delfín
que navega por la fuente
de falsa amabilidad
solo fui a contracorriente
nunca me paré a pensar
que andabas representando
por el placer de actuar.
Quédate entre tus sombras,
nunca dudaré jamás,
prefiero ser equilibrio
mecido por la realidad
ya ves, he conocido
lo que hay en tu falso umbral.
dime lo que tú quisiste,
huyo de l@s pica en flor,
cuando mi herida abriste
y veo que mi familia
es todo lo que persiste.
Me acuno entre unos brazos,
manantial del amor,
el amor que tuviste
lo dejaste escapar
pensando que tú podrías
una historia reinventar.
En el jardín de mi alma
solo fuiste una abeja más
que se iba alimentando
con savia de un rosal.
Abnegaste los jardines
pensando en la diversidad
cuando eras marioneta
de tu deshonestidad.
Creíste ser delfín
que navega por la fuente
de falsa amabilidad
solo fui a contracorriente
nunca me paré a pensar
que andabas representando
por el placer de actuar.
Quédate entre tus sombras,
nunca dudaré jamás,
prefiero ser equilibrio
mecido por la realidad
ya ves, he conocido
lo que hay en tu falso umbral.
sábado, 10 de mayo de 2008
Internet
Quiso hacer un razonamiento
entre materialismo y sentimiento
uniéndose en cónclave
para ahuyentar tormentos.
Se sabían aventajados,
si pareja formaban,
eran como abejorros,
mezcla de dorado y negro
que iban surcando el aire,
prediciendo acontecimientos,
pero solo eran ausencias
de unas mentes vacías y falsas
donde le daban vida
al dolor y sufrimiento
de sus heladas almas.
La verdad y la mentira
se fueron dando la mano
haciendo jugada a la vida,
ventaja de objetivo amado
que sucumbía a lo eterno
por haberlo prefijado.
La pantalla se tornó
en pura ciencia-ficción,
con personajes reales
que por sus fantasías
iban entre tonalidades
de la razón del ser
y sueños virtuales.
Se imaginaron victorias,
estrategas irreales,
iban creyendo sus cuentos
dando vida a la persona
que intervenían en sus sueños.
Claudicaron las mentiras
base de sus sustentos…
las horas estaban vacías
eran personajes huecos.
entre materialismo y sentimiento
uniéndose en cónclave
para ahuyentar tormentos.
Se sabían aventajados,
si pareja formaban,
eran como abejorros,
mezcla de dorado y negro
que iban surcando el aire,
prediciendo acontecimientos,
pero solo eran ausencias
de unas mentes vacías y falsas
donde le daban vida
al dolor y sufrimiento
de sus heladas almas.
La verdad y la mentira
se fueron dando la mano
haciendo jugada a la vida,
ventaja de objetivo amado
que sucumbía a lo eterno
por haberlo prefijado.
La pantalla se tornó
en pura ciencia-ficción,
con personajes reales
que por sus fantasías
iban entre tonalidades
de la razón del ser
y sueños virtuales.
Se imaginaron victorias,
estrategas irreales,
iban creyendo sus cuentos
dando vida a la persona
que intervenían en sus sueños.
Claudicaron las mentiras
base de sus sustentos…
las horas estaban vacías
eran personajes huecos.
martes, 6 de mayo de 2008
Nada
Nada es algo,
nada es vacío,
nada es el silencio de un canto.
Nada…la huella borrada
de vivencias y pasos.
Nada es el sabor que queda
tras haber olvidado
esa parte oscura de nuestra vivencia.
Nada….lo fantasmagórico
de hipocresía y teatro
que se olvida muy pronto
una vez clausurado
y empiezan de nuevo
nueva obra anunciando.
Nada no es nada,
vacío y silencio.
Nada…es algo,
neutro sentimiento.
nada es vacío,
nada es el silencio de un canto.
Nada…la huella borrada
de vivencias y pasos.
Nada es el sabor que queda
tras haber olvidado
esa parte oscura de nuestra vivencia.
Nada….lo fantasmagórico
de hipocresía y teatro
que se olvida muy pronto
una vez clausurado
y empiezan de nuevo
nueva obra anunciando.
Nada no es nada,
vacío y silencio.
Nada…es algo,
neutro sentimiento.
lunes, 5 de mayo de 2008
Sentimientos y razones
Sentimientos y razones
en escarpado camino
van salteando opresiones,
divergencias entre sensaciones,
que con gran desatino
hace que del corazón brote
lo que hay de felino
en un corazón noble.
Oculta la bondad queda,
claro oscuro de la noche,
tornándose en ensombrecida estrella.
Hay desdenes y reproches
solapados en la quimera
del bien y del mal que esconde
haciendo al alma prisionera
a causa de los temores.
Cuánta amargura en la tristeza,
cuánto relax en su nombre,
es capaz de hacer hablar
para diluir las desilusiones
y vestir de luz del día
a la mas oscura de las noches
cuando obliga a reflexionar
sobre la causa de esos dolores
y transformar las heridas
en un jardín lleno de flores.
en escarpado camino
van salteando opresiones,
divergencias entre sensaciones,
que con gran desatino
hace que del corazón brote
lo que hay de felino
en un corazón noble.
Oculta la bondad queda,
claro oscuro de la noche,
tornándose en ensombrecida estrella.
Hay desdenes y reproches
solapados en la quimera
del bien y del mal que esconde
haciendo al alma prisionera
a causa de los temores.
Cuánta amargura en la tristeza,
cuánto relax en su nombre,
es capaz de hacer hablar
para diluir las desilusiones
y vestir de luz del día
a la mas oscura de las noches
cuando obliga a reflexionar
sobre la causa de esos dolores
y transformar las heridas
en un jardín lleno de flores.
sábado, 26 de abril de 2008
La niña y el río II
Estaba afanada haciendo uno de sus muchos copiados, tarea que realizaba para matar el tiempo cada vez que le castigaban. Eso ocurría con frecuencia. Su madre la miraba de soslayo, muy disimuladamente, consciente de que se pone nerviosa cuando se siente observada.
No borres tanto, terminarás haciendo un agujero en el cuaderno -dijo su madre en un tono que aseguraba lo que iba a suceder.
Tengo que borrar. Me salen unas letras muy grandes y algunas muy pequeñicas, me estoy torciendo- contestó la niña mirando el cuaderno donde los caracteres gráficos no seguían la línea que marcaban los renglones. Admitía, con resignación, la torpeza de sus infantiles dedos impregnados de manchas negras del carbón del lápiz.
Cuando vayas a la escuela ya lo harás mejor. Allí te enseñarán…- aseguró la mujer posando sobre su hija una mirada llena de ternura- Mira cómo te estás poniendo el jersey y las manos. Anda, ve a lavarte las manos y si quieres seguir escribiendo no apoyes la manga sobre lo escrito que ya está negreando y mañana me tocará darle puño para darle luz. Parece que sales de una mina de carbón.
La niña se levantó de la silla, guardó el libro y el cuaderno, se dirigió hacia el cubo de latón que contenía cristalina agua sacada del pozo. Le gustaba el sonido que producía el cubo cuando se dejaba deslizar y golpeaba en el agua hasta hundirse y llenarse de tan preciado líquido que utilizaban para la limpieza del cortijo, lavado de ropas y utensilios de cocina. No era agua potable, no se podía beber. Le tenían prohibido acercarse a su boca. De todas formas no podía hacerlo, aunque quisiese, porque el pozo estaba protegido por una bóveda color tierra húmeda que se elevaba metro y medio sobre la superficie. El interior lo flanqueaba una puerta de madera bastante deteriorada y descolorida por los azotes del tiempo. La lluvia, el viento y el sol habían dejado allí su huella de forma permanente en su madera pintada de verde hierba, agrietada, con síntomas de moho que formaba dibujos de formas irregulares.
Podía ver reflejada en su memoria, como si se tratase de una fotografía o de un fiel espejo, la imagen de ese cubo que permanecía sujeto a la polea por una cuerda de esparto hecha por las manos de su abuelo. Estaba anudada la soga a la garrucha del pozo por un extremo y por otro a su curvada asa grisácea. La cuerda siempre permanecía húmeda, pasaba poco espacio de tiempo en reposo, cubriendo con su trenzado la ancha hendidura de la rueda metálica que estaba sujeta a las paredes por una barra de hierro oxidado. Casi no la dejaban descansar, presentaba signos de cansancio en formas de rozadura, si se observaba detenidamente la trayectoria de su longitud. El abuelo tendría que reemplazarla, si se quebraba a causa de las rozaduras y el peso del agua, el cubo se quedaría siempre en el fondo del pozo y nadie podría recuperarlo. Tendrían que poner otro en su lugar.
Se lavó las manos y pidió la merienda. Eran casi las cinco de la tarde y pronto llegarían los demás niños de la escuela del pueblo. Ellos andaban todos los días varios kilómetros, la escuela estaba a dos kilómetros y medio de los cortijos. El recorrido lo hacían cuatro veces a diario, dos de ida y dos de vuelta. Todos y todas llevaban carteras de plástico que contenían un libro, una libreta, lápices de distintos colores y los más mayores hasta un bolígrafo de tinta azul. El llegar al hogar era como una liberación. Merendaban y se disponían a jugar todos juntos con los más pequeños que, por su edad, no iban al colegio. Solo eran tres, un niño y una niña de casi dos años y ella que tenía cuatro recién cumplidos.
Nunca traían deberes para hacer en el hogar y cuando eso ocurría los realizaban rápidamente sin a penas detenerse ni dedicarle tiempo. Nunca preguntaban nada, cuando algo no entendían lo dejaban en blanco, sabían que nadie les podía ayudar porque todos sus progenitores habían nacido en tiempo de la guerra civil española o en posguerra. Nadie fue a la escuela durante ese tiempo en que les tocó vivir su infancia, solo los que eran mas mayores, abuelos y bisabuelos, nacidos durante la monarquía de Alfonso XIII o los que les tocó vivir la corta época de la República sabían leer, escribir y las cuatro reglas aritméticas. Pero eso no les servía para nada estaban destinados al trabajo jornalero del campo y eran felices sin cuestionarse nada, era esa felicidad la que querían para sus hijos. Los chicos cuando creciesen tendrían que trabajar, ganar dinero echando jornales, y las chicas aprenderían las tareas diarias del cuidado de un hogar, protegerían a su familia siendo fieles esposas y entregadas madres.
La escuela no suponía ser un objetivo con fines claros. La felicidad creían todos que estaba en aceptar sumisamente el destino por nacencia. Estaba prohibido soñar. El soñar no estaba bien visto. Era una pérdida de tiempo en medio de la miseria. Había que educar a hombres y mujeres fuertes de cuerpo y espíritu. Y eso es lo que estaban haciendo. Los libros solo metían demonios en la cabeza.
Llegaron formando una algarabía los chicos y chicas del pueblo con sus carteras colgadas al hombro. En total eran siete, la más grande tenía 12 años y la más pequeña solo ocho, el resto estaba entre esas edades.
No borres tanto, terminarás haciendo un agujero en el cuaderno -dijo su madre en un tono que aseguraba lo que iba a suceder.
Tengo que borrar. Me salen unas letras muy grandes y algunas muy pequeñicas, me estoy torciendo- contestó la niña mirando el cuaderno donde los caracteres gráficos no seguían la línea que marcaban los renglones. Admitía, con resignación, la torpeza de sus infantiles dedos impregnados de manchas negras del carbón del lápiz.
Cuando vayas a la escuela ya lo harás mejor. Allí te enseñarán…- aseguró la mujer posando sobre su hija una mirada llena de ternura- Mira cómo te estás poniendo el jersey y las manos. Anda, ve a lavarte las manos y si quieres seguir escribiendo no apoyes la manga sobre lo escrito que ya está negreando y mañana me tocará darle puño para darle luz. Parece que sales de una mina de carbón.
La niña se levantó de la silla, guardó el libro y el cuaderno, se dirigió hacia el cubo de latón que contenía cristalina agua sacada del pozo. Le gustaba el sonido que producía el cubo cuando se dejaba deslizar y golpeaba en el agua hasta hundirse y llenarse de tan preciado líquido que utilizaban para la limpieza del cortijo, lavado de ropas y utensilios de cocina. No era agua potable, no se podía beber. Le tenían prohibido acercarse a su boca. De todas formas no podía hacerlo, aunque quisiese, porque el pozo estaba protegido por una bóveda color tierra húmeda que se elevaba metro y medio sobre la superficie. El interior lo flanqueaba una puerta de madera bastante deteriorada y descolorida por los azotes del tiempo. La lluvia, el viento y el sol habían dejado allí su huella de forma permanente en su madera pintada de verde hierba, agrietada, con síntomas de moho que formaba dibujos de formas irregulares.
Podía ver reflejada en su memoria, como si se tratase de una fotografía o de un fiel espejo, la imagen de ese cubo que permanecía sujeto a la polea por una cuerda de esparto hecha por las manos de su abuelo. Estaba anudada la soga a la garrucha del pozo por un extremo y por otro a su curvada asa grisácea. La cuerda siempre permanecía húmeda, pasaba poco espacio de tiempo en reposo, cubriendo con su trenzado la ancha hendidura de la rueda metálica que estaba sujeta a las paredes por una barra de hierro oxidado. Casi no la dejaban descansar, presentaba signos de cansancio en formas de rozadura, si se observaba detenidamente la trayectoria de su longitud. El abuelo tendría que reemplazarla, si se quebraba a causa de las rozaduras y el peso del agua, el cubo se quedaría siempre en el fondo del pozo y nadie podría recuperarlo. Tendrían que poner otro en su lugar.
Se lavó las manos y pidió la merienda. Eran casi las cinco de la tarde y pronto llegarían los demás niños de la escuela del pueblo. Ellos andaban todos los días varios kilómetros, la escuela estaba a dos kilómetros y medio de los cortijos. El recorrido lo hacían cuatro veces a diario, dos de ida y dos de vuelta. Todos y todas llevaban carteras de plástico que contenían un libro, una libreta, lápices de distintos colores y los más mayores hasta un bolígrafo de tinta azul. El llegar al hogar era como una liberación. Merendaban y se disponían a jugar todos juntos con los más pequeños que, por su edad, no iban al colegio. Solo eran tres, un niño y una niña de casi dos años y ella que tenía cuatro recién cumplidos.
Nunca traían deberes para hacer en el hogar y cuando eso ocurría los realizaban rápidamente sin a penas detenerse ni dedicarle tiempo. Nunca preguntaban nada, cuando algo no entendían lo dejaban en blanco, sabían que nadie les podía ayudar porque todos sus progenitores habían nacido en tiempo de la guerra civil española o en posguerra. Nadie fue a la escuela durante ese tiempo en que les tocó vivir su infancia, solo los que eran mas mayores, abuelos y bisabuelos, nacidos durante la monarquía de Alfonso XIII o los que les tocó vivir la corta época de la República sabían leer, escribir y las cuatro reglas aritméticas. Pero eso no les servía para nada estaban destinados al trabajo jornalero del campo y eran felices sin cuestionarse nada, era esa felicidad la que querían para sus hijos. Los chicos cuando creciesen tendrían que trabajar, ganar dinero echando jornales, y las chicas aprenderían las tareas diarias del cuidado de un hogar, protegerían a su familia siendo fieles esposas y entregadas madres.
La escuela no suponía ser un objetivo con fines claros. La felicidad creían todos que estaba en aceptar sumisamente el destino por nacencia. Estaba prohibido soñar. El soñar no estaba bien visto. Era una pérdida de tiempo en medio de la miseria. Había que educar a hombres y mujeres fuertes de cuerpo y espíritu. Y eso es lo que estaban haciendo. Los libros solo metían demonios en la cabeza.
Llegaron formando una algarabía los chicos y chicas del pueblo con sus carteras colgadas al hombro. En total eran siete, la más grande tenía 12 años y la más pequeña solo ocho, el resto estaba entre esas edades.
viernes, 25 de abril de 2008
Natalia y la sirenita gorda
Tu nombre me sabe a hierba,
a olor a carrihuela,
a verde valle, a verde menta,
a lealtad …a alma buena.
Tu nombre me sabe a todo,
enseñanza de mi infancia,
piedra e hielo conlleva,
sabor a almendra amarga,
y a la luz de una vela.
Tú nombre me sabe a mí
cuando pienso en mi existencia,
me sabe a la luz del sol
a lluvia empapando a tierra.
Ana…da igual…
igual que te llamen Anita
o si la niña del alma
te compara a sirenita
y con ella te compara
haciendo las diferencias
con su mente que limita
ese abultado expediente
que a su mente clasifica.
Da igual que seas Ana,
igual si te llaman Anita,
para Natalia eres
una gorda sirenita
que no ha borrado el tiempo
tampoco borró tu ida.
Tú eres el referente
para esa grande niña
que pronunciando tu nombre
con palabras se dignifica.
Natalia te quiere a ti
en mí no nace la envidia,
te quiere porque te quiere
con su corazón de niña
siempre que pregunta
¿dónde está mi sirenita?
yo desde mi alma contesto:
“en el mar de tus delicias”
a olor a carrihuela,
a verde valle, a verde menta,
a lealtad …a alma buena.
Tu nombre me sabe a todo,
enseñanza de mi infancia,
piedra e hielo conlleva,
sabor a almendra amarga,
y a la luz de una vela.
Tú nombre me sabe a mí
cuando pienso en mi existencia,
me sabe a la luz del sol
a lluvia empapando a tierra.
Ana…da igual…
igual que te llamen Anita
o si la niña del alma
te compara a sirenita
y con ella te compara
haciendo las diferencias
con su mente que limita
ese abultado expediente
que a su mente clasifica.
Da igual que seas Ana,
igual si te llaman Anita,
para Natalia eres
una gorda sirenita
que no ha borrado el tiempo
tampoco borró tu ida.
Tú eres el referente
para esa grande niña
que pronunciando tu nombre
con palabras se dignifica.
Natalia te quiere a ti
en mí no nace la envidia,
te quiere porque te quiere
con su corazón de niña
siempre que pregunta
¿dónde está mi sirenita?
yo desde mi alma contesto:
“en el mar de tus delicias”
jueves, 24 de abril de 2008
Ilusión perdida
Ilusión perdida.
En la boca un rictus
de amarga sonrisa,
en la mirada un velo
de oscura tristeza,
en el alma herida
acuna la hoguera
de mil flores ajadas
siendo primavera.
-Dime qué tienes,
qué hiere a tu alma.
-La amistad fingida,
las falsas palabras,
la ilusión perdida
entre la guadaña
de la sutileza;
la bondad amarga
que encierra mentiras,
muchas patrañas.
La ilusión perdida.
Solo la esperanza
resurge en la vida
al compás de nana
cuando en el corazón
aflora esa vida amada.
Ilusión perdida,
esperanza hallada
tras la luz que veo
en tu dulce mirada.
La luna, divina.
lanza destellos,
perdido está el sol,
brillan los luceros,
ensamblaje de luz
en el negro cielo.
De risas y luto
viste el universo,
mis labios se hallan
envueltos en silencio
y la rima brota
con tenues destellos
porque la verdad no tiene
ni siquiera un hueco
cuando quiere alzar
ese libre vuelo,
marcando caminos,
marcando senderos.
En la boca un rictus
de amarga sonrisa,
en la mirada un velo
de oscura tristeza,
en el alma herida
acuna la hoguera
de mil flores ajadas
siendo primavera.
-Dime qué tienes,
qué hiere a tu alma.
-La amistad fingida,
las falsas palabras,
la ilusión perdida
entre la guadaña
de la sutileza;
la bondad amarga
que encierra mentiras,
muchas patrañas.
La ilusión perdida.
Solo la esperanza
resurge en la vida
al compás de nana
cuando en el corazón
aflora esa vida amada.
Ilusión perdida,
esperanza hallada
tras la luz que veo
en tu dulce mirada.
La luna, divina.
lanza destellos,
perdido está el sol,
brillan los luceros,
ensamblaje de luz
en el negro cielo.
De risas y luto
viste el universo,
mis labios se hallan
envueltos en silencio
y la rima brota
con tenues destellos
porque la verdad no tiene
ni siquiera un hueco
cuando quiere alzar
ese libre vuelo,
marcando caminos,
marcando senderos.
miércoles, 23 de abril de 2008
Daniela
En un tranquilo pueblo
de los que son de provincia
crece rizitos de fuego,
una guapísima niña.
Su cara es luz de sol,
su risa es fresca hierba,
los hoyuelos de su cara
enmarcan labios de fresa
cuando sonríe a la vida
con esa bella inocencia.
Ella, con su edad tierna,
arranca los sentimientos
mas puros, sin maleza,
en los corazones tristes,
embriagados de tristeza.
El arma es su risa alegre,
música de primavera,
con olor a múltiples flores,
fecunda como la tierra.
Si tuviese que definir
qué es la primavera,
yo tendría que decir
tu nombre…Daniela
de los que son de provincia
crece rizitos de fuego,
una guapísima niña.
Su cara es luz de sol,
su risa es fresca hierba,
los hoyuelos de su cara
enmarcan labios de fresa
cuando sonríe a la vida
con esa bella inocencia.
Ella, con su edad tierna,
arranca los sentimientos
mas puros, sin maleza,
en los corazones tristes,
embriagados de tristeza.
El arma es su risa alegre,
música de primavera,
con olor a múltiples flores,
fecunda como la tierra.
Si tuviese que definir
qué es la primavera,
yo tendría que decir
tu nombre…Daniela
lunes, 21 de abril de 2008
Tu nombre no lo recuerdo
La paz y felicidad
han vencido al tormento
al ver cuán doloridos
estaban mis sentimientos,
por el capricho de herirlos,
destrozados entre tus dedos.
La paz y felicidad
brillan con rojos destellos
al liberar las cadenas
que me ataban a tus deseos
y en mi alma ya la pena
solo queda como un sueño
que rompió la luz del alba
cuando mis ojos se abrieron.
Tu nombre…no sé,
se disolvió en el tiempo
como se secan las flores
que un día florecieron
en el jardín de la vida,
en oasis del desierto.
Tu nombre no lo recuerdo.
Se me olvidó tu voz
como los sueños se olvidan
porque mas que bellos son
unas terribles pesadillas.
Ahora la paz y felicidad
inundan a toda mi alma
como fuente natural
de sosegada calma.
han vencido al tormento
al ver cuán doloridos
estaban mis sentimientos,
por el capricho de herirlos,
destrozados entre tus dedos.
La paz y felicidad
brillan con rojos destellos
al liberar las cadenas
que me ataban a tus deseos
y en mi alma ya la pena
solo queda como un sueño
que rompió la luz del alba
cuando mis ojos se abrieron.
Tu nombre…no sé,
se disolvió en el tiempo
como se secan las flores
que un día florecieron
en el jardín de la vida,
en oasis del desierto.
Tu nombre no lo recuerdo.
Se me olvidó tu voz
como los sueños se olvidan
porque mas que bellos son
unas terribles pesadillas.
Ahora la paz y felicidad
inundan a toda mi alma
como fuente natural
de sosegada calma.
viernes, 18 de abril de 2008
Chiqui...déjame mecer tu pena
Déjame mecer tu pena
entre las olas del mar,
porque siento que tu queja
es de sirenas un cantar.
Déjame secar tus lágrimas
a la orillita del mar,
callo, silencio guardo,
mi alma contigo está.
A esa orilla del río,
la niña te fue a buscar
y te encontró entre lirios…
la luna contigo está.
El monte está muy verde,
el alma…¡qué triste está!
déjame beber contigo
las rimas, versos…manidos
de injusticia social.
Te secarán esas lágrimas,
te limpiarán de tristeza,
la sensibilidad de un alma
que está de rudezas envuelta.
El río ya no ruge,
la lluvia merma su fuerza,
pero una niña por el río
va llorando su pena
al ver que el agua de lluvia
ese cauce ya no llena.
entre las olas del mar,
porque siento que tu queja
es de sirenas un cantar.
Déjame secar tus lágrimas
a la orillita del mar,
callo, silencio guardo,
mi alma contigo está.
A esa orilla del río,
la niña te fue a buscar
y te encontró entre lirios…
la luna contigo está.
El monte está muy verde,
el alma…¡qué triste está!
déjame beber contigo
las rimas, versos…manidos
de injusticia social.
Te secarán esas lágrimas,
te limpiarán de tristeza,
la sensibilidad de un alma
que está de rudezas envuelta.
El río ya no ruge,
la lluvia merma su fuerza,
pero una niña por el río
va llorando su pena
al ver que el agua de lluvia
ese cauce ya no llena.
miércoles, 16 de abril de 2008
Si me niegan la palabra
Si me niegan la palabra,
si no dejan que me exprese
yo... nada soy,
yo seré casi nada.
Volaré por los caminos
en busca de libertad,
la cuenca del río seca
nada y todo me ofrecerá,
amor profundo a mi tierra
y fuerza para luchar.
Me refugiaré en silencios,
entre dolor y lágrimas
luchando por desatar
las cadenas que me atan.
Me gustaría ser todo,
a duras penas...nada
tengo la valentía
del remanso de las aguas
que regaron esas tierras
y dieron fruto en la comarca.
Sueño con ser yo,
no ser señora ni esclava
pero hoy mi corazón
lucha por un mañana.
si no dejan que me exprese
yo... nada soy,
yo seré casi nada.
Volaré por los caminos
en busca de libertad,
la cuenca del río seca
nada y todo me ofrecerá,
amor profundo a mi tierra
y fuerza para luchar.
Me refugiaré en silencios,
entre dolor y lágrimas
luchando por desatar
las cadenas que me atan.
Me gustaría ser todo,
a duras penas...nada
tengo la valentía
del remanso de las aguas
que regaron esas tierras
y dieron fruto en la comarca.
Sueño con ser yo,
no ser señora ni esclava
pero hoy mi corazón
lucha por un mañana.
lunes, 14 de abril de 2008
Vivió entre las sombras
Vivió entre las sombras
del amor y soledad
murió entre las paredes
del abandono y ruindad.
Le tocaron las campanas
de una iglesia oficial,
en desierto tanatorio
nadie le vino a velar.
Los ángeles y demonios
danzan junto a la hoguera
de sus recuerdos de vida
asentados en la miseria.
Alimentó alimañas
de cariño en conveniencia,
hoy con duda extraña
pasea entre las estrellas
dejando sus soledades,
una abultada herencia
que disfruta la avaricia
que deambula por la tierra.
Adiós, pequeña amante,
adiós, solitaria eterna,
dichosas tus enseñanzas
por esa vida que cierras.
del amor y soledad
murió entre las paredes
del abandono y ruindad.
Le tocaron las campanas
de una iglesia oficial,
en desierto tanatorio
nadie le vino a velar.
Los ángeles y demonios
danzan junto a la hoguera
de sus recuerdos de vida
asentados en la miseria.
Alimentó alimañas
de cariño en conveniencia,
hoy con duda extraña
pasea entre las estrellas
dejando sus soledades,
una abultada herencia
que disfruta la avaricia
que deambula por la tierra.
Adiós, pequeña amante,
adiós, solitaria eterna,
dichosas tus enseñanzas
por esa vida que cierras.
sábado, 12 de abril de 2008
Fortaleza e ilusión
Fortaleza e ilusión,
desbordante su alma estaba
de sinceras voluntades
nacidas del corazón.
La palabra silenciada
estoque de desamor fue
entre ese contubernio
de gentes de mala fe.
En la ladera rocosa
vino como una flor a nacer
creyó que estaba en la tierra
fuertemente enraizada, sin saber
que se hallaba entre rocas
y destinada a perecer.
Sus esperanzas fueron
en el tiempo aniquiladas,
con lentitud muriendo.
Al llegar la luz del alba
sus ojos la luz no vieron,…
se le enmudeció el alma.
desbordante su alma estaba
de sinceras voluntades
nacidas del corazón.
La palabra silenciada
estoque de desamor fue
entre ese contubernio
de gentes de mala fe.
En la ladera rocosa
vino como una flor a nacer
creyó que estaba en la tierra
fuertemente enraizada, sin saber
que se hallaba entre rocas
y destinada a perecer.
Sus esperanzas fueron
en el tiempo aniquiladas,
con lentitud muriendo.
Al llegar la luz del alba
sus ojos la luz no vieron,…
se le enmudeció el alma.
miércoles, 9 de abril de 2008
La niña y el río I (Continuación)
Dejó su libro sobre la colcha celeste, bordada con margaritas blancas, que cubría la cama de madera color miel tallada por las artesanas manos de un hábil carpintero. Acarició a su gata de pelo negro que se restregaba mimosamente por sus piernas, tendría cuidado de no pisarle el rabo. Casi siempre, sin darse cuenta, se lo pisaba. Cuando esto sucedía, la noble mascota no le arañaba, solo lanzaba un maullido que expresaba dolor. La cogió entre sus brazos y paseó su mano derecha, con mucha suavidad, sobre la cabeza de la Negra mientras ésta entornando sus ojos emitía un pausado ronroneo. Demostraba así que era feliz sintiendo el tacto de aquella infantil mano de dedos larguiruchos. Se dirigió hacia la cocina del viejo cortijo. Dejó a la Negra en el suelo y se lavó escrupulosamente las manos.
Se sentó en una silla de anea junto a la mesa de la cocina ataviada con un hule de cuadros azules y blancos. Supo con solo pasar su mirada sobre ella que ese día no almorzaría a pesar de la insistencia de su madre para que se lo comiese todo. Tres platos humeaban desprendiendo el aroma que tanto gustaba a los mayores y que al referirse a esta comida hablaban de un suculento potaje sofrito.
En la vieja y hollinada chimenea centelleaban las ascuas de los leños, casi consumidos, bajo los negros hierros donde, momentos antes, estuvo la olla de barro cociendo lo que contenían los platos. Justo al lado, se hallaba una rasera y una cuchara de madera sobre un plato esmaltado de un blanco inmaculado. Se imaginó a su madre soplando para que el fuego se mantuviese sin apagarse. Casi podía ver el reflejo de la lumbre en su pelo negro azabache recogido en un voluptuoso moño que caía sobre su nuca. Muchas horas de trabajo. Muchas horas soplando y moviendo de vez en cuando los ingredientes que se contorsionaban en el líquido en ebullición. Con los ojos abiertos era capaz de imaginarse la escena.
Dejó caer sus piernas delgadas meciéndolas por detrás de los travesaños de la silla donde estaba sentada. Introdujo la cuchara en el plato, no sabía por donde empezar. Ladeó las espinacas, los restos de tomate, jugueteó con los garbanzos y pensó: “hoy estaré castigada a no ir al río, no me gusta la comida. Siempre igual…acelgas, espinacas y mamá obligándome a comer lo que no me gusta mientras me increpa diciendo que he de comer de todo…todo es siempre igual, las comidas no cambian. ¿Qué me importa si no crezco? Solo quiero ir al río”.
Para ir al río esa tarde ella sabía que tendría que devorar todo el plato, solo eso se le exigía. No había más. Ni siquiera podía protestar ni gritar. Si lloraba el castigo sería doble. Papá no soportaba los ruidos. Tendría que intentarlo en silencio aún sabiendo que no lo conseguiría.
Miró hacia el techo. Contó las vigas de madera, el cañizo que había entre ellas. El plato seguía igual de lleno. La Negra podría ayudarle, a veces le había ayudado hasta que mamá se dio cuenta de que la gata era quien mas comía cuando se trataba de comidas que eran cocinadas con verduras. Desde entonces la Negra no se podía aproximar a ella mientras estuviese sentada con el plato delante.
Dirigió su vista hacia al plato de potaje, intentaba contar los garbanzos y las cucharadas de caldo que se comería, pero al final entendió que si no pasaba nada mejor esa tarde se quedaría mirando la puesta de sol desde el letrero situado a la orilla de esa carretera comarcal. Esa tarde estaría castigada. Su madre no la dejaría ir al río y al final se lo tendría que comer todo.
Su madre le observaba en silencio. Decidió mojar pan en el caldo y empezar por los garbanzos y las patatas. Sabía que ya se estaba agotando la paciencia materna.
No escarbes más y carga la cuchara -le dijo su madre en un tono enérgico-, llevas ya dos horas sentada y no has comido nada. Te lo comerás frío.
No me gustan los hierbajos del potaje –contestó mientras miraba a su madre con una mirada de súplica con la esperanza de que esta vez no le obligara a comérselo todo-, ¿me como las patatas y los garbanzos?
Todo. Tienes que dejar el plato limpio si quieres ir a jugar esta tarde y lo has de comer tú sola con tu mano- le ordenó sin alterar el tono de voz. Sus palabras eran firmes, tajantes.
Sabía cual sería el siguiente paso. No estaba equivocada. Su madre se acercó, después de unos minutos, cuando terminó de fregar los platos y cubiertos utilizados. Desmenuzó con el tenedor todos los ingredientes de esa comida que ella era incapaz de meterse en la boca. Tendría, otra vez más, que ingerir todo sin hacer separaciones porque ya todo estaba mezclado. Miró la pasta rojiza y verdosa con resignación. Su madre se sentó a su lado.
Abre la boca y traga rápido. No tengo mucho tiempo. Cuantas mas vueltas des más fría estará y menos te gustará- dijo la madre en un tono que dejaba entrever que ya no había mas tiempo de espera.
Abrió la boca siguiendo el mismo ritmo que llevaba la mano de su madre con la cuchara rebosante. No masticaba, cerraba los ojos mientras tragaba. El sabor de las espinacas le producía náuseas, por eso no masticaba. Solo le faltaba encontrarse con un ajo cocido dentro de su boca. El plato quedó sin restos de comida en pocos minutos, a ella le pareció que había transcurrido una eternidad. Se comió un plátano y se levantó de la silla.
No hacía falta pedir permiso para irse, no lo obtendría. Cogió una libreta y un lápiz. Le gustaba dibujar palabras pero antes preguntaba su significado. Su curiosidad por lo que estaba escrito en los libros era mucha y ya descifraba muchas frases de lo que en ellos estaban impresas. Mañana, después del desayuno, sabía que sí podía ir al río.
Se sentó en una silla de anea junto a la mesa de la cocina ataviada con un hule de cuadros azules y blancos. Supo con solo pasar su mirada sobre ella que ese día no almorzaría a pesar de la insistencia de su madre para que se lo comiese todo. Tres platos humeaban desprendiendo el aroma que tanto gustaba a los mayores y que al referirse a esta comida hablaban de un suculento potaje sofrito.
En la vieja y hollinada chimenea centelleaban las ascuas de los leños, casi consumidos, bajo los negros hierros donde, momentos antes, estuvo la olla de barro cociendo lo que contenían los platos. Justo al lado, se hallaba una rasera y una cuchara de madera sobre un plato esmaltado de un blanco inmaculado. Se imaginó a su madre soplando para que el fuego se mantuviese sin apagarse. Casi podía ver el reflejo de la lumbre en su pelo negro azabache recogido en un voluptuoso moño que caía sobre su nuca. Muchas horas de trabajo. Muchas horas soplando y moviendo de vez en cuando los ingredientes que se contorsionaban en el líquido en ebullición. Con los ojos abiertos era capaz de imaginarse la escena.
Dejó caer sus piernas delgadas meciéndolas por detrás de los travesaños de la silla donde estaba sentada. Introdujo la cuchara en el plato, no sabía por donde empezar. Ladeó las espinacas, los restos de tomate, jugueteó con los garbanzos y pensó: “hoy estaré castigada a no ir al río, no me gusta la comida. Siempre igual…acelgas, espinacas y mamá obligándome a comer lo que no me gusta mientras me increpa diciendo que he de comer de todo…todo es siempre igual, las comidas no cambian. ¿Qué me importa si no crezco? Solo quiero ir al río”.
Para ir al río esa tarde ella sabía que tendría que devorar todo el plato, solo eso se le exigía. No había más. Ni siquiera podía protestar ni gritar. Si lloraba el castigo sería doble. Papá no soportaba los ruidos. Tendría que intentarlo en silencio aún sabiendo que no lo conseguiría.
Miró hacia el techo. Contó las vigas de madera, el cañizo que había entre ellas. El plato seguía igual de lleno. La Negra podría ayudarle, a veces le había ayudado hasta que mamá se dio cuenta de que la gata era quien mas comía cuando se trataba de comidas que eran cocinadas con verduras. Desde entonces la Negra no se podía aproximar a ella mientras estuviese sentada con el plato delante.
Dirigió su vista hacia al plato de potaje, intentaba contar los garbanzos y las cucharadas de caldo que se comería, pero al final entendió que si no pasaba nada mejor esa tarde se quedaría mirando la puesta de sol desde el letrero situado a la orilla de esa carretera comarcal. Esa tarde estaría castigada. Su madre no la dejaría ir al río y al final se lo tendría que comer todo.
Su madre le observaba en silencio. Decidió mojar pan en el caldo y empezar por los garbanzos y las patatas. Sabía que ya se estaba agotando la paciencia materna.
No escarbes más y carga la cuchara -le dijo su madre en un tono enérgico-, llevas ya dos horas sentada y no has comido nada. Te lo comerás frío.
No me gustan los hierbajos del potaje –contestó mientras miraba a su madre con una mirada de súplica con la esperanza de que esta vez no le obligara a comérselo todo-, ¿me como las patatas y los garbanzos?
Todo. Tienes que dejar el plato limpio si quieres ir a jugar esta tarde y lo has de comer tú sola con tu mano- le ordenó sin alterar el tono de voz. Sus palabras eran firmes, tajantes.
Sabía cual sería el siguiente paso. No estaba equivocada. Su madre se acercó, después de unos minutos, cuando terminó de fregar los platos y cubiertos utilizados. Desmenuzó con el tenedor todos los ingredientes de esa comida que ella era incapaz de meterse en la boca. Tendría, otra vez más, que ingerir todo sin hacer separaciones porque ya todo estaba mezclado. Miró la pasta rojiza y verdosa con resignación. Su madre se sentó a su lado.
Abre la boca y traga rápido. No tengo mucho tiempo. Cuantas mas vueltas des más fría estará y menos te gustará- dijo la madre en un tono que dejaba entrever que ya no había mas tiempo de espera.
Abrió la boca siguiendo el mismo ritmo que llevaba la mano de su madre con la cuchara rebosante. No masticaba, cerraba los ojos mientras tragaba. El sabor de las espinacas le producía náuseas, por eso no masticaba. Solo le faltaba encontrarse con un ajo cocido dentro de su boca. El plato quedó sin restos de comida en pocos minutos, a ella le pareció que había transcurrido una eternidad. Se comió un plátano y se levantó de la silla.
No hacía falta pedir permiso para irse, no lo obtendría. Cogió una libreta y un lápiz. Le gustaba dibujar palabras pero antes preguntaba su significado. Su curiosidad por lo que estaba escrito en los libros era mucha y ya descifraba muchas frases de lo que en ellos estaban impresas. Mañana, después del desayuno, sabía que sí podía ir al río.
lunes, 7 de abril de 2008
Atardecer
Junto a la orilla del mar,
la tarde es gris húmeda y fría.
Atardecer de color anaranjado y ceniza
de un sol que se va a dormir
arrullado por la suave brisa.
Los pies desnudos,
parecen que se desprenden
de la arena al ritmo del rompeolas,
la luna está casi naciente
y entre nubes, tímida, se asoma.
Ya va a mirarse en el mar
y va a mecerse en las olas
entre reflejos rojizos
del sol que se tornasola…
entre montañas y riscos,
la luna junto a una alondra
deja entre anillos cobrizos
su mirada soñadora.
la tarde es gris húmeda y fría.
Atardecer de color anaranjado y ceniza
de un sol que se va a dormir
arrullado por la suave brisa.
Los pies desnudos,
parecen que se desprenden
de la arena al ritmo del rompeolas,
la luna está casi naciente
y entre nubes, tímida, se asoma.
Ya va a mirarse en el mar
y va a mecerse en las olas
entre reflejos rojizos
del sol que se tornasola…
entre montañas y riscos,
la luna junto a una alondra
deja entre anillos cobrizos
su mirada soñadora.
miércoles, 2 de abril de 2008
Alguien quebró esa infancia
Bebimos agua en la rivera,
agua pura y cristalina,
supimos que es libertad
corriendo por la llanura,
el recuerdo nos acariciará
con una inmensa dulzura
al revivir nuestra infancia,
luz de sol, luz de luna.
Cierro los ojos y veo
tu felicidad expresada
en ese rostro de niña
ojos de miel, piel clara.
Un rictus en mi boca
de añoranza perfilada,
una arruga en mi frente
y una herida en el alma
por silencios implantados
sin una razón, por nada.
Te llamé, no respondiste,
solo el eco de tu nombre
respondía a mi voz clara
y a noche soñé contigo…
alguien quebró esa infancia
haciendo que los silencios
con silencios contestaran
y que el río no fuese río
ni la mar fuese salada.
A noche soñé contigo,
soñé que tu me hablabas,
mi sueño no era tal sueño
el teléfono sonaba.
Pensé, soñando estoy,
me despertó tu llamada
y recordamos juntas
vivencias de nuestra infancia.
Entre risas, entre lágrimas,
ahogamos muchas palabras,
qué corta es la vida, niña,
los silencios no son nada,
yo sentí un escalofrío
por tu amanecer al alba.
agua pura y cristalina,
supimos que es libertad
corriendo por la llanura,
el recuerdo nos acariciará
con una inmensa dulzura
al revivir nuestra infancia,
luz de sol, luz de luna.
Cierro los ojos y veo
tu felicidad expresada
en ese rostro de niña
ojos de miel, piel clara.
Un rictus en mi boca
de añoranza perfilada,
una arruga en mi frente
y una herida en el alma
por silencios implantados
sin una razón, por nada.
Te llamé, no respondiste,
solo el eco de tu nombre
respondía a mi voz clara
y a noche soñé contigo…
alguien quebró esa infancia
haciendo que los silencios
con silencios contestaran
y que el río no fuese río
ni la mar fuese salada.
A noche soñé contigo,
soñé que tu me hablabas,
mi sueño no era tal sueño
el teléfono sonaba.
Pensé, soñando estoy,
me despertó tu llamada
y recordamos juntas
vivencias de nuestra infancia.
Entre risas, entre lágrimas,
ahogamos muchas palabras,
qué corta es la vida, niña,
los silencios no son nada,
yo sentí un escalofrío
por tu amanecer al alba.
lunes, 31 de marzo de 2008
Te extrañé...ya no te extraño
Se cruzaron nuestros caminos,
casi no hablamos,
en el trayecto de vida, corto, caminando
me enseñaste muchas cosas
con tu actuar sosegado.
Eres la voz callada
que se expresa entre actos.
Tu caminar de dulzura,
tu caminar paso a paso
me enseñó que la paciencia
no es un trago amargo.
Me enseñaste muchas cosas,
te extrañé, ya no te extraño,
en tu alma se refleja la bondad,
es tu aspecto mas humano.
Jardín de rosas en invierno,
en primavera colores,
otoños de terciopelos,
en verano mil olores,
siempre estás floreciendo.
Te extrañé…no te extraño.
casi no hablamos,
en el trayecto de vida, corto, caminando
me enseñaste muchas cosas
con tu actuar sosegado.
Eres la voz callada
que se expresa entre actos.
Tu caminar de dulzura,
tu caminar paso a paso
me enseñó que la paciencia
no es un trago amargo.
Me enseñaste muchas cosas,
te extrañé, ya no te extraño,
en tu alma se refleja la bondad,
es tu aspecto mas humano.
Jardín de rosas en invierno,
en primavera colores,
otoños de terciopelos,
en verano mil olores,
siempre estás floreciendo.
Te extrañé…no te extraño.
viernes, 28 de marzo de 2008
La niña y el río
No puedo dormir, me he levantado harta de dar vueltas en la cama. Leeré un rato, es lo mejor que puedo hacer esta noche y lo mismo si me vence el sueño, al despertar, cuando amanezca sonreiré al alba pensando que todo ha sido una pesadilla y que la vida es algo tan bello e inexplicable como la felicidad. Es solo un sentimiento que se extiende por toda la piel pero que no deja de ser hermoso y profundo en sus ansias por enredarse como la hiedra y atrapar el horizonte.
Mejor opción que la de leer será escribir mirando las estrellas desde mi ventana abierta. Es bonito el cuadro de la noche, escuchar el silencio de la ciudad dormida mientras paso las páginas y observo imágenes del álbum de fotos de mi memoria donde también se pueden leer los renglones escritos de hechos que se han sucedido en el tiempo. La sonrisa se dibuja en mis labios cuando cierro los ojos y escucho el sonido del río Almanzora.
Una niña con coletas, vestida con pantalón corto azul y un jersey de rayas azules y blancas, está sentada junto a un naranjo. Tiene cuatro años recién cumplidos, pero es capaz de dar vida a sus sueños. Siempre va acompañada de un libro de poesía que encontró guardado en uno de los cajones de una cómoda abandonada en la cámara del cortijo cercano al río. Con la mirada casi ausente, se deja llevar por el murmullo de las aguas que se deslizan por la cuenca para besar el mar en la costa del levante almeriense. Las aguas son cristalinas y se pueden ver pequeños peces, ella les ha puesto cara y está convencida que son sirenas que la invitan a vivir una aventura idílica de paz y silencio en el mundo de los sueños. No se encuentra sola, les ha dado vida a los peces convirtiéndolos en sirenas con su enorme imaginación.
Juegan a adivinar los diferentes sonidos que se escuchan y a descubrir los aromas diversos que existen en el valle verde alimentado y cuidado por las manos de los labradores que cantan con azadón en mano en su empeño porque sea una tierra fecundamente rica en alimentos para el consumo. Aún recuerdo esas canciones, a veces alegres y con letra picaresca y otras veces como un lamento que se expande por el valle con la misma sutiliza con que se mece el aire,
Cierran los ojos, niña y sirenas, para concentrarse en poder adivinar las preguntas que les hace en un susurro acariciador el Almanzora.
“Es el sonido de la arena que se mece en el lecho lo que se escucha ahora”, contesta la niña.
“No -dice una de las sirenas-, es algo mas profundo, es el crecer de la naturaleza. Escucha, intégrate en ella y hallarás respuestas, pero primero has de despojarte de los miedos y avaricia de tu condición humana para poder ver con los ojos del alma solo así podrás adivinar y comprender todo lo que te rodea, porque sabrás amar y solo con amor se puede llegar a lo mas profundo de la vida”.
Ella casi no entiende el significado de lo que quiere transmitirle la sirena pero se deja llevar por lo que le dice en un intento de llegar a descubrir algo mas que lo que pueden percibir sus oídos infantiles. No es consciente de que está aprendiendo a escuchar y a hablar con el silencio. Se siente fascinada ante ese placer inmenso que le ofrece el manso río de aguas cristalinas al darle la oportunidad de ser protagonista de su propia historia, alimentando sueños a la vez que le ayuda a desarrollar su potencial de imaginación y a impregnarse de la naturaleza formando una bella simbiosis.
No le es difícil dejarse llevar por el misterioso mundo que le rodea fundiendo sueños y vivencias en una misma realidad. Se embriaga de la natural belleza del campo que impregna a su alma de paz, una paz que queda reflejada a través de su risa inocente y traviesa y se manifiesta en sus ojos con una mirada profunda y serena. Es ese mirar hacia el interior del mundo que le rodea que quiere entender y a veces lo encuentra maravillosamente inexplicable.
Cerca revolotea una mariposa nacarada con rayas ocres y negras, ella la sigue con la mirada. La mariposa se posa sobre una piedra que contempla impasible el correr del agua. Viene a jugar con las sirenas y a participar con ella en el mundo fructífero de aventuras. Piensa que es un hada real, puede seguir el ritmo de su danza silenciosa en cada uno de los movimientos rítmicos de sus alas que de forma mágica le permite desplazarse con elegancia por el aire. Piensa que la mariposa es un hada real mientras mueve los brazos y piernas con torpeza intentando imitar los movimientos de ésta. No es como las de los cuentos de princesas, éstas siempre hacen milagros imposibles con solo mover su varita mágica. Todos los cuentos de princesas tienen el mismo final de felicidad consentidamente artificial, pero estos cuentos vivenciados son reales.
Su mundo de sueños es más real, es distinto, porque cada día amanece con una nueva aventura, con un nuevo episodio, que es el motor que impulsa a su vida y le lleva a familiarizarse con el hábito de la reflexión. En sus aventuras soñadoras participan todas las personas que conviven con ella y hasta pueden hablar el río, los árboles, el viento, las flores, el silencio… Todo está tan vivo como lo está ella.
Una de las sirenas le avisa de que le están llamando. Escucha el eco de la voz materna, mira hacia el cielo y ve que el sol está en medio mirándola con sus ojos atentos. Cuando se posiciona entre el cañaveral y el limonero mas viejo es porque es hora de comer, al menos desde siempre, en esta estación del año, cuando el sol está allí todos los jornaleros dejan sus labores y se disponen a almorzar. No reconoce las horas de un reloj pero sí los distintos posicionamientos del sol en cada mes del año. En los día nublados no va al río, pasa el día intentando descifrar lo que hay escrito en ese libro.
Se despide hasta la tarde de todos los personajes misteriosos que viven junto al río y le hacen compañía cada vez que se aproxima a su orilla. Piensa volver a la rivera, quiere seguir aprendiendo a leer junto a las sirenas, a interpretar silencios, a fundirse con la naturaleza… quiere tener de mayor lo que la vida le negó a todos esos agricultores de alma cansada y piel curtida por el trabajo, el sol y la miseria. Desea aprender a leer, estudiar y tener un día un trabajo que le de autonomía para no depender de otras personas.
De regreso a casa, en su cara brilla con luz propia la felicidad que emana la paz de su alma.
Mejor opción que la de leer será escribir mirando las estrellas desde mi ventana abierta. Es bonito el cuadro de la noche, escuchar el silencio de la ciudad dormida mientras paso las páginas y observo imágenes del álbum de fotos de mi memoria donde también se pueden leer los renglones escritos de hechos que se han sucedido en el tiempo. La sonrisa se dibuja en mis labios cuando cierro los ojos y escucho el sonido del río Almanzora.
Una niña con coletas, vestida con pantalón corto azul y un jersey de rayas azules y blancas, está sentada junto a un naranjo. Tiene cuatro años recién cumplidos, pero es capaz de dar vida a sus sueños. Siempre va acompañada de un libro de poesía que encontró guardado en uno de los cajones de una cómoda abandonada en la cámara del cortijo cercano al río. Con la mirada casi ausente, se deja llevar por el murmullo de las aguas que se deslizan por la cuenca para besar el mar en la costa del levante almeriense. Las aguas son cristalinas y se pueden ver pequeños peces, ella les ha puesto cara y está convencida que son sirenas que la invitan a vivir una aventura idílica de paz y silencio en el mundo de los sueños. No se encuentra sola, les ha dado vida a los peces convirtiéndolos en sirenas con su enorme imaginación.
Juegan a adivinar los diferentes sonidos que se escuchan y a descubrir los aromas diversos que existen en el valle verde alimentado y cuidado por las manos de los labradores que cantan con azadón en mano en su empeño porque sea una tierra fecundamente rica en alimentos para el consumo. Aún recuerdo esas canciones, a veces alegres y con letra picaresca y otras veces como un lamento que se expande por el valle con la misma sutiliza con que se mece el aire,
Cierran los ojos, niña y sirenas, para concentrarse en poder adivinar las preguntas que les hace en un susurro acariciador el Almanzora.
“Es el sonido de la arena que se mece en el lecho lo que se escucha ahora”, contesta la niña.
“No -dice una de las sirenas-, es algo mas profundo, es el crecer de la naturaleza. Escucha, intégrate en ella y hallarás respuestas, pero primero has de despojarte de los miedos y avaricia de tu condición humana para poder ver con los ojos del alma solo así podrás adivinar y comprender todo lo que te rodea, porque sabrás amar y solo con amor se puede llegar a lo mas profundo de la vida”.
Ella casi no entiende el significado de lo que quiere transmitirle la sirena pero se deja llevar por lo que le dice en un intento de llegar a descubrir algo mas que lo que pueden percibir sus oídos infantiles. No es consciente de que está aprendiendo a escuchar y a hablar con el silencio. Se siente fascinada ante ese placer inmenso que le ofrece el manso río de aguas cristalinas al darle la oportunidad de ser protagonista de su propia historia, alimentando sueños a la vez que le ayuda a desarrollar su potencial de imaginación y a impregnarse de la naturaleza formando una bella simbiosis.
No le es difícil dejarse llevar por el misterioso mundo que le rodea fundiendo sueños y vivencias en una misma realidad. Se embriaga de la natural belleza del campo que impregna a su alma de paz, una paz que queda reflejada a través de su risa inocente y traviesa y se manifiesta en sus ojos con una mirada profunda y serena. Es ese mirar hacia el interior del mundo que le rodea que quiere entender y a veces lo encuentra maravillosamente inexplicable.
Cerca revolotea una mariposa nacarada con rayas ocres y negras, ella la sigue con la mirada. La mariposa se posa sobre una piedra que contempla impasible el correr del agua. Viene a jugar con las sirenas y a participar con ella en el mundo fructífero de aventuras. Piensa que es un hada real, puede seguir el ritmo de su danza silenciosa en cada uno de los movimientos rítmicos de sus alas que de forma mágica le permite desplazarse con elegancia por el aire. Piensa que la mariposa es un hada real mientras mueve los brazos y piernas con torpeza intentando imitar los movimientos de ésta. No es como las de los cuentos de princesas, éstas siempre hacen milagros imposibles con solo mover su varita mágica. Todos los cuentos de princesas tienen el mismo final de felicidad consentidamente artificial, pero estos cuentos vivenciados son reales.
Su mundo de sueños es más real, es distinto, porque cada día amanece con una nueva aventura, con un nuevo episodio, que es el motor que impulsa a su vida y le lleva a familiarizarse con el hábito de la reflexión. En sus aventuras soñadoras participan todas las personas que conviven con ella y hasta pueden hablar el río, los árboles, el viento, las flores, el silencio… Todo está tan vivo como lo está ella.
Una de las sirenas le avisa de que le están llamando. Escucha el eco de la voz materna, mira hacia el cielo y ve que el sol está en medio mirándola con sus ojos atentos. Cuando se posiciona entre el cañaveral y el limonero mas viejo es porque es hora de comer, al menos desde siempre, en esta estación del año, cuando el sol está allí todos los jornaleros dejan sus labores y se disponen a almorzar. No reconoce las horas de un reloj pero sí los distintos posicionamientos del sol en cada mes del año. En los día nublados no va al río, pasa el día intentando descifrar lo que hay escrito en ese libro.
Se despide hasta la tarde de todos los personajes misteriosos que viven junto al río y le hacen compañía cada vez que se aproxima a su orilla. Piensa volver a la rivera, quiere seguir aprendiendo a leer junto a las sirenas, a interpretar silencios, a fundirse con la naturaleza… quiere tener de mayor lo que la vida le negó a todos esos agricultores de alma cansada y piel curtida por el trabajo, el sol y la miseria. Desea aprender a leer, estudiar y tener un día un trabajo que le de autonomía para no depender de otras personas.
De regreso a casa, en su cara brilla con luz propia la felicidad que emana la paz de su alma.
miércoles, 26 de marzo de 2008
Marino...marinero
Cuando la vida se abraza,
porque la muerte te ronda
te sumerges en el mar
envolviéndote de olas.
Marinero de agua dulce,
ríos de tinta, de sombras,
la verdad y la mentira
mecen tu barco, te asombras.
Marino, marinero,
deja de soñar a eslora,
estrellas te están mirando,
estrellas te miran ahora
al compás de los luceros
por las noches de las sombras.
Marinero, marinero,
agua de sal, mar salada,
océano de misterio
en la noche soñadora
donde se posó la rima
con los besos de mi boca.
Marinero, marinero,
barco de paz y de vuelo,
andas surcando los mares,
mares de amor eterno
que estrellan contra las rocas
nuestro amor y juramento.
Cuánto te quise antes,
ahora cuánto te quiero,
que entre mares yo te busco
y a tí nunca te encuentro.
Marino…mi marinero.
porque la muerte te ronda
te sumerges en el mar
envolviéndote de olas.
Marinero de agua dulce,
ríos de tinta, de sombras,
la verdad y la mentira
mecen tu barco, te asombras.
Marino, marinero,
deja de soñar a eslora,
estrellas te están mirando,
estrellas te miran ahora
al compás de los luceros
por las noches de las sombras.
Marinero, marinero,
agua de sal, mar salada,
océano de misterio
en la noche soñadora
donde se posó la rima
con los besos de mi boca.
Marinero, marinero,
barco de paz y de vuelo,
andas surcando los mares,
mares de amor eterno
que estrellan contra las rocas
nuestro amor y juramento.
Cuánto te quise antes,
ahora cuánto te quiero,
que entre mares yo te busco
y a tí nunca te encuentro.
Marino…mi marinero.
martes, 25 de marzo de 2008
Baila bailarina...baila
Entre clásica…flamenco,
entre piano y guitarra,
tus pasos danzan al viento
y son tus manos chiquilla
las que dibujan en el aire
tu pensar y sentimiento
como pluma que describe
la razón del universo.
Se cimbrea tu cintura,
le das vida a tus sueños,
a ritmo de castañuelas
a ritmo de taconeo
y tu cuerpo en libertad
hace estremecer al silencio.
En tu mirada profunda
se refleja como espejo
los destellos del diapasón
en esos tus ojos negros
que brillan como la luna
al compás de movimientos.
Mas allá de la dulzura,
mas allá del limonero
el azahar se esparce
en el aire entre deseos
por admirar ese arte
que emana de tu cuerpo.
Baila, baila, bailarina
al ritmo de tus deseos,
al ritmo de música clásica,
al ritmo de palmas y flamenco.
Baila, bailarina, baila…
entre piano y guitarra,
tus pasos danzan al viento
y son tus manos chiquilla
las que dibujan en el aire
tu pensar y sentimiento
como pluma que describe
la razón del universo.
Se cimbrea tu cintura,
le das vida a tus sueños,
a ritmo de castañuelas
a ritmo de taconeo
y tu cuerpo en libertad
hace estremecer al silencio.
En tu mirada profunda
se refleja como espejo
los destellos del diapasón
en esos tus ojos negros
que brillan como la luna
al compás de movimientos.
Mas allá de la dulzura,
mas allá del limonero
el azahar se esparce
en el aire entre deseos
por admirar ese arte
que emana de tu cuerpo.
Baila, baila, bailarina
al ritmo de tus deseos,
al ritmo de música clásica,
al ritmo de palmas y flamenco.
Baila, bailarina, baila…
domingo, 23 de marzo de 2008
No volvera...
No volverá madre,
el marinero que un día
hizo a su barco zarpar
en las aguas cristalinas
de un azul cielo de mar.
El marinero, madre,
a tierra no volverá
partió hacia el camino
de ese nunca regresar.
Yo le espero en la orilla,
escucho a sirenas cantar,
le acompaña la guitarra
que un día me hizo vibrar.
No volverá madre,
el marinero no volverá.
Estoy sentada en el puerto
donde le vi marchar
con su barquito velero
hacia la eternidad.
En el tiempo me sumerjo,
las olas me vienen a besar
los añorados recuerdos
del marinero y el mar.
No volverá, madre,
sé que no volverá.
Besaré la espuma blanca,
me retiraré del mar,
me despojaré de todo
para volver a empezar.
No volverá, madre,
se que no volverá.
Me retiraré del puerto,
que en este puerto de mar
su cuerpo besó la arena,
y se rompió como el cristal.
Ahora se que el marinero
nunca mas… volverá.
el marinero que un día
hizo a su barco zarpar
en las aguas cristalinas
de un azul cielo de mar.
El marinero, madre,
a tierra no volverá
partió hacia el camino
de ese nunca regresar.
Yo le espero en la orilla,
escucho a sirenas cantar,
le acompaña la guitarra
que un día me hizo vibrar.
No volverá madre,
el marinero no volverá.
Estoy sentada en el puerto
donde le vi marchar
con su barquito velero
hacia la eternidad.
En el tiempo me sumerjo,
las olas me vienen a besar
los añorados recuerdos
del marinero y el mar.
No volverá, madre,
sé que no volverá.
Besaré la espuma blanca,
me retiraré del mar,
me despojaré de todo
para volver a empezar.
No volverá, madre,
se que no volverá.
Me retiraré del puerto,
que en este puerto de mar
su cuerpo besó la arena,
y se rompió como el cristal.
Ahora se que el marinero
nunca mas… volverá.
jueves, 20 de marzo de 2008
PRESENTACION
Una idea, un pensamiento,
puede ser nada o es nada,
acaso poco si no se expresa
ni crece entre los bellos sentimientos.
El llanto de la lluvia,
la nana de la brisa
el vaiven del viento
y la inocente sonrisa.
El juego de los niños
que corretean felices,
el agua del mar besando la arena,
la mirada desconocida,
una luna serena.
puede ser nada o es nada,
acaso poco si no se expresa
ni crece entre los bellos sentimientos.
El llanto de la lluvia,
la nana de la brisa
el vaiven del viento
y la inocente sonrisa.
El juego de los niños
que corretean felices,
el agua del mar besando la arena,
la mirada desconocida,
una luna serena.
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