lunes, 31 de marzo de 2008

Te extrañé...ya no te extraño

Se cruzaron nuestros caminos,
casi no hablamos,
en el trayecto de vida, corto, caminando
me enseñaste muchas cosas
con tu actuar sosegado.

Eres la voz callada
que se expresa entre actos.
Tu caminar de dulzura,
tu caminar paso a paso
me enseñó que la paciencia
no es un trago amargo.

Me enseñaste muchas cosas,
te extrañé, ya no te extraño,
en tu alma se refleja la bondad,
es tu aspecto mas humano.

Jardín de rosas en invierno,
en primavera colores,
otoños de terciopelos,
en verano mil olores,
siempre estás floreciendo.

Te extrañé…no te extraño.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias, espero que jamas me extrañes.

Un besazo
Carmen

Vera (jarra 4 picos) dijo...

Carmen, al principio extraño a las personas. Si puedo hablar y expresarme dejo de extrañar.

Soy bastante empática...ya sabes. Utiliza lo que te dije, pero nunca dejes de ser tú. En nuestro camino encontramos gente diversa. Unas personas son mas auténticas que otras. Gente que sea sincera he encontrado poca, pero merece la pena correr ese riesgo. Las personas que se comportan tal como son, sin mediar en sus actos intereses particulares son las que merecen la pena...el otro tipo de personas son simplemente desconocidas porque nunca dan su verdadera cara.

El vivir es un riesgo diario y las relaciones humanas también lo son.

Besoosss