Siempre ante contratiempos
el pueblo es el sufridor,
temporales de lluvia, viento,
de si hace frío o calor,
de un mal o buen gobierno,
de buena o mala gestión.
Es el pueblo, a fin de cuentas,
quien se expresa mejor
porque desde la experiencia
habla con justificación.
No se trata de si estamos
cerca o lejos de siglas,
en su contra o a favor,
lo importante en esta vida
es no vivir del sudor
de todas esas familias
que confianza depositó
el día que en unas urnas,
con libertad e ilusión,
eligieron a gobernantes
para su representación.
Que sea el pueblo quien hable,
que él de su sincera opinión,
que solo el pueblo es quien sabe
por ser el beneficiado o no,
de lo buen o mal gobernante
que es su elegido regidor.
jueves, 16 de octubre de 2008
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