lunes, 30 de enero de 2012

Mi amiga Josefa

Salió de Vera un día
para a sorbos lentos
ir bebiendo de la vida
con honradez, sentimiento.

Casase con gran persona,
hombre bueno, hombre grueso
con corazón que le honra
y con mejores adentros.

Salió Josefa del pueblo
con libricos bajo el brazo,
nunca olvidaría por ello
su infancia bajo los brazos
de aquel pecho materno.

Digna de la muy noble
y de su ciudad leal
bajo su pecho enorme
habita la gran bondad.

Por bandera su nombre
si que se puede izar
que con orgullo ondearía
en cada plaza sin mas
sirviendo de ejemplo su vida
y su gran honestidad.

Madre que estás en los cielos,
no imagino otro lugar…
Josefa, amiga, te quiero,
lo que digan… da igual.

martes, 17 de enero de 2012

Me felicitó el osito,
oso ya destripado,
sintió la niña enojo
por ese amor olvidado
que quizá no es rastrojo...
quizá no haya arrinconado.

No importa, es igual...
de nada se estará acordando
ya que el oso le trató mal
ya que nadie se ha acordado
de aquel ese dulce lugar
de juegos y de regalos.

Le amó...de dudas no hay lugar,
él sí que...no le ha amado,
pues le ha de recordar
sueños no olvidados.

El, olvida con quien está,
llama a su ¿examor? a escondidas,
le dice que le responda
cuando la otra ande adherida
a su trabajo, es ocasión
para de forma distendida
hablar con el corazón
para no dejar herida
y tener gran ocasión
para amar a escondidas.

La otra, calla, se rebela,
le habla de desamor,
el le habla agradecido
de lo que un día le ocurrió.

Ella le habla de la madre de sus hijos
que eso si que es amor
el le habla de la otra
ella siente desamor.

Mas malhaya el impostor,
malhaya a desagradecidos,
ella calla...si hay dios
que dios reparta castigos.