jueves, 6 de noviembre de 2008

El color de la piel no limita capacidades

Campos sembrados de sangre
extraída de las martirizadas venas
del fiel, noble, humilde votante
que confía en la luz de las estrellas
con esperanza incuestionable.

El pueblo se despereza,
dejad que el pueblo hable,
no existe color ni raza
en capitanía de barco
que surca olas en mareas
de un pueblo esperanzado.

Dejad que sea el pueblo
quien tome el timón de historia
y que llegue a ese puerto
cambiando su trayectoria.

Deslumbran los dientes blancos
sobre la piel de azabache,
mintió quien dijo que el negro
es pariente de un primate.

La supremacía del blanco
no es aval para nadie,
la piel no es una cadena,
su color no nos limita,
tampoco él nos libera,
que al final somos víctimas
todos de nuestras promesas
cuando olvidamos palabras
canjeadas por ofensas.

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