sábado, 13 de diciembre de 2008

Te encontré en mi camino

Te encontré en mi camino
con sabor a miel, a menta,
y se enredaron los destinos
como se enreda la hiedra.
Nada nos exigimos
bajo la luna de luz llena,
tu amabas la libertad,
yo libre quería la tierra
y un átomo de humildad
nos unió en convivencia
y el verso nos arrastró
por toda la naturaleza
germinando como flor
la sencillez de conciencia.
Aún perdura semilla,
la palabra está callada,
y crece, aún germina,
en eterna primavera
con ansias de libertad…
unidos y sin cadenas.
Tu me llamas
y me apresuro
para abrirte la puerta,
la puerta de ese futuro
que siendo herida abierta
es un rayo de luz
sin esposas, sin secuelas.
Lejos queda la luna,
lejos pero cerca,
lo mejor es la apertura
de nuestras almas serenas
cuando se funden en rima
irracional de existencia.
Si te digo que te quiero…
dirás: “la luna es bella”,
pero entre flores arropados
desafiaremos a la ciencia
de todo lo heredado…
no queda reminiscencia

1 comentario:

Anónimo dijo...

No hay nada más importante que la palabra,expresar sentimientos es una necesidad humana; envolver los sentimientos con tan bellas palabras haciendo despertar nuestros sentidos, solo lo hace un buen poeta ¡felicidades!
Mayi