Junto a la orilla del mar,
la tarde es gris húmeda y fría.
Atardecer de color anaranjado y ceniza
de un sol que se va a dormir
arrullado por la suave brisa.
Los pies desnudos,
parecen que se desprenden
de la arena al ritmo del rompeolas,
la luna está casi naciente
y entre nubes, tímida, se asoma.
Ya va a mirarse en el mar
y va a mecerse en las olas
entre reflejos rojizos
del sol que se tornasola…
entre montañas y riscos,
la luna junto a una alondra
deja entre anillos cobrizos
su mirada soñadora.
lunes, 7 de abril de 2008
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4 comentarios:
vera sigue publicando en este sitiotan maravilloso.nos haces un favor . sutil
Gracias por seguir leyendo de forma incondicional.
Un abrazo.
Me encanta como escribes, ¡que suerte poder leerte!, sigue así.
Un besazo
mchh
Gracias Anónimo. La suerte es mía si lo que escribo llega a alguna persona.
Besossss
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