domingo, 28 de junio de 2009

Mi querida niña

Dime niña de mis ojos
si se repite la historia
o si la historia sin enojo
intenta desde la memoria
hacer resumen de rastrojos
apilados en la histórica era
del destino con antojos.

Yo en destinos no creo,
en amuletos,…tampoco,
no creo en amor eterno
ni tampoco creo en lodos.
Creo en los sentimientos
engarzados poco a poco
con sensibilidad en el tiempo
y en el brillo de los ojos
cuando el néctar de los labios
se ofrecen sin sonrojo
en silenciada querencia
desinhibida de odio.

A veces, algunas veces,
hay campanadas que suenan,
no quiero que te esfuerces,
como desafinadas cuerdas
de guitarra que creen ser fuentes
de verdades absolutas
cuando la verdad está ausente,…
siendo como esa hoja que es veleta
de ese aire que la mueve.
Mi niña, cuando tu hables,
cuando quieras estar ausente,
cuando tu corazón ame
lo harás siempre de frente,…
mi niña,…que ama y vive
nunca en tu vida intentes
hacerte eco de decires
de ídolos indolentes.
Vive y compón tu propia rima,
siéntete muy indiferente
a lo que diga a escondidas
con cobardía la gente.

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