viernes, 1 de mayo de 2009

Tu petición

Me extraña tu petición,
tu nunca me pediste nada,
pero voy a acceder,
a lo que pides, encantada.
Me quedo en este rincón
saciando mi sed de calma.



Soy como ese río,
a veces seco, otras con agua,
voy recorriendo mi lecho
con las vivencias del alma
y cuando tengo un tropiezo
te busco a ti, acudo a Ana,
para curar esas heridas
de mi mente atormentada.
Siempre me hago fuerte
al escuchar la guitarra
con su sonar indolente
de melodía dulcificada.
Retomo el curso de mi vida
entre las tranquilas aguas
que cuando llegan a la orilla,
junto a la mar salada,
se confunden en un beso
por medio de la palabra.
Silencio, escuchad,
que las sirenas cantan
un himno de fidelidad
y siento en mi garganta
cuerdas vocales vibrar
al ritmo de olas de plata
de mi guitarra de mar.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Precioso poema,sigue asi.
Un abrazo
ANA

Anónimo dijo...

La Jarra siempre cantando,
es camino de armonías polvoreando,
las aprecié,en su margen sentad@.
Una sutil mirada,
ahora camino encantad@.
.........

Vera (jarra 4 picos) dijo...

Gracias Ana, gracias Anónim@. A veces, muchas veces, necesitamos una palabra sincera para seguir o reconducir nuestro camino. En definitiva, tod@s somos caminantes.

Un abrazo a amb@s.