Va buscando las huellas
de unos pasos andados
y en la historia se recrea
pisando lento, despacio.
La página de sus recuerdos
se abre cuan libro desempolvado
y al descifrar en él los trazos
cree que todo no es soñado.
Una sonrisa irónica
se refleja en sus labios.
Se mira al espejo del alma,
hace piruetas en el espacio,
ve como sigue la historia
día tras día avanzando.
Cómo le gustaría en su vida
el haber sido payaso,
crear un mundo de alegría
donde la risa es contagio.
Todos los días, alegre, acude
a su cita diaria de trabajo,
sueña, nunca sucumbe,
aunque tristeza va ocultando
porque sabe que la risa es
terapia que va cerrando
esas abiertas heridas
de corazones necesitados.
Tiene vocación circense,
tiene alma de payaso
y por la pista de vida se mueve
para risas ir arrancando.
viernes, 16 de enero de 2009
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