La paz y felicidad
han vencido al tormento
al ver cuán doloridos
estaban mis sentimientos,
por el capricho de herirlos,
destrozados entre tus dedos.
La paz y felicidad
brillan con rojos destellos
al liberar las cadenas
que me ataban a tus deseos
y en mi alma ya la pena
solo queda como un sueño
que rompió la luz del alba
cuando mis ojos se abrieron.
Tu nombre…no sé,
se disolvió en el tiempo
como se secan las flores
que un día florecieron
en el jardín de la vida,
en oasis del desierto.
Tu nombre no lo recuerdo.
Se me olvidó tu voz
como los sueños se olvidan
porque mas que bellos son
unas terribles pesadillas.
Ahora la paz y felicidad
inundan a toda mi alma
como fuente natural
de sosegada calma.
lunes, 21 de abril de 2008
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1 comentario:
Lo siento, se me borraron os comentarios porque tuve un error al insertar la rima y he tenido que reeditarla.
Después de casi un cuarto de siglo, Ana, tu amistad es uno de mis pocos tesoros y tú lo sabes aunque nunca te lo he dicho. Leeras todo sobre la niña y el río.
Sutil, tu comentario ha sido bonito, no solo por su redacción tambien por lo que encierran y transmiten tus palabras.
Perdonadme las dos por el error cometido.
Un abrazo
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