Hay quienes se hacen un sitio al precio que sea. Nunca tuve precio, nunca me expuse a la compraventa...me avalo en el tiempo
Escuchas en silencio,
no asientes, pero lo creen,
un frío glacial de muerte
hace erizar tu piel.
Es tarde, casi anochece,
tras esa ventana abierta
la luz del día desvanece,
es corona de aureolas
tu alma sobre tu frente
y pareces que no estás,
que el tiempo se detiene,
hasta las olas del mar
en la orilla enmudecen.
¡Ay, amor! la verdad
por ser verdad duele,
sigue mirando la mar,
olas que van y vienen,
el hablar con claridad
eso a nadie conviene.
miércoles, 25 de febrero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario