La vida siempre es nada,
lo que pretendemos no es vida,
el todo y la nada es diferente,
pero tenemos la vída
y recursos para amarla
afirmando conciencias
que solo son hojalata.
Me ando tras las verdades
de sentimientos compactos,
políticas y deidades
no van en el mismo barco.
¿Me quieres, corazón mío?
En silencio yo te amo
y nadie entiende, amor mío,
el por qué sufro tanto,
pero lo cierto es
que cuando digo te amo
hablo con el corazón
siendo ángel, no diablo.
viernes, 10 de febrero de 2012
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