Cabalgó por el silencio
de soledades oscuras,
quedan los luceros lejos,
cerca no está la luna.
Una estrella en el cielo
parece que ojos guiña
deshaciendo los enredos
del ovillo de la vida.
Se va acercando al espejo
y en silencio ya se mira…
en sus ojos tristes destellos
pero en sus labios sonrisa.
Mira que llora la niña,
mira que se está mirando
en el cauce de las aguas,
cauce que se fue secando.
Filamentos de oro peinaba
en el reflejo del agua,
ahora, lejos de la infancia
peina sus rizos de escarcha
junto a la cuenca del río
que da nombre a la comarca.
viernes, 13 de noviembre de 2009
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