martes, 25 de diciembre de 2012


Y no volveré nunca,

no regresaré a Madrid,

la sierra no me acuna,

no me siento feliz.

 

Yo volveré a mi tierra,

esa tierra donde nací

donde vivencias se adhieran

cual canto de querubín.

 

No quiero andar esperando

que jueguen con mi conciencia

quienes cantan salmos

en misas de las iglesias.

 

No quiero que anden jugando

con todos mis ideales

si mis ideales son cuestionados

que callen falsos liberales

que van con capa mal actuando.

 

Dejadme, no quiero este Madrid,

capital de españoles incuestionables

cuando ellos creen que aquí

la vida siempre es intachable.

 

Yo he visto en Nochebuena

unos cristianos de nadie

dormir como alma en pena

en míseros portales.

 

He visto a los muy educados,

olvidarse de sus padres,

ir a misa, devotos y abrigados,

pero con sonrisas incuestionables

adormeciendo conciencias

con orgullo y donaire.

 

No volveré a Madrid,

esa capital de nadie,

que protege a los ricos

y a los pobres deja al margen.

No hay comentarios: