Ven a buscarme en mi mundo,
jazmines y limoneros
con ese amor tan profundo.
de silenciosos te quiero.
Nada tengo, nada quiero,
la vida es un suspiro
enredado entre sueños
en el mar del olvido.
Rompeolas de silencios,
sabor a agua salada,
espuma blanca, misterio,
noches de soledad,
derroche de mar y viento
miércoles, 1 de junio de 2016
domingo, 6 de marzo de 2016
Nada fuiste... ahora lo sé
Mira la sierra de frente,
siete picos...siete tiene,
amores muy nevados, frios,.
que fueron contracorriente
contra el amor correspondido
y ese. ..tu amor insolente.
Me pregunto qué fueron
los días de convivencia,
para mi solo sueños
y muchas incongruencias.
Ni futuro, ni mañana,
solo hay crisálida
de un amanecer al alba...
de un recuerdo sin nada
siete picos...siete tiene,
amores muy nevados, frios,.
que fueron contracorriente
contra el amor correspondido
y ese. ..tu amor insolente.
Me pregunto qué fueron
los días de convivencia,
para mi solo sueños
y muchas incongruencias.
Ni futuro, ni mañana,
solo hay crisálida
de un amanecer al alba...
de un recuerdo sin nada
domingo, 24 de enero de 2016
Se hace tarde
Es tarde para encontrarle
en las noches trasnochadas,
no es juguete de nadie
la pulcritud de su alma.
Cuando te acerques a la orilla,
bese la arena tu barco,
verás esa vivaz sonrisa
que sola habla en sus labios.
No la busques en tus noches
de tus mares solitarios,
ella busca, lunas, soles...
no sueños imagirarios
en las noches trasnochadas,
no es juguete de nadie
la pulcritud de su alma.
Cuando te acerques a la orilla,
bese la arena tu barco,
verás esa vivaz sonrisa
que sola habla en sus labios.
No la busques en tus noches
de tus mares solitarios,
ella busca, lunas, soles...
no sueños imagirarios
jueves, 26 de noviembre de 2015
Luna llena
No sé vida qué deparas
en tus idas y venidas,
angustias y esperanzas,
amaneceres de idas...
vivencias muy añoradas.
Quiero vivir la historia,
nunca sueños del alba,
sensaciones del ayer
con luna llena del alma.
Hoy con el amanecer
no me propuse nada
qué no sea vivir y ser
ola de la mar salada .
en tus idas y venidas,
angustias y esperanzas,
amaneceres de idas...
vivencias muy añoradas.
Quiero vivir la historia,
nunca sueños del alba,
sensaciones del ayer
con luna llena del alma.
Hoy con el amanecer
no me propuse nada
qué no sea vivir y ser
ola de la mar salada .
jueves, 23 de octubre de 2014
Para el abuelo Clemente
ya me gustaría, ya
llevar la llama encendida
a mis años invernales,
como llevas esa vela
que es la luz de tu vida
y hasta en tormentas arde.
Ya me gustaría, ya,
conservar esos ideales
de luchadores labriegos,
ser amapola en trigales
que siempre halla consuelo
en cada día que nace.
Ya me gustaría, ya,
vivir como tú lo haces.
Nota: es mas extenso y ya está publicado, hace años, en una página sudamericana y registrado
llevar la llama encendida
a mis años invernales,
como llevas esa vela
que es la luz de tu vida
y hasta en tormentas arde.
Ya me gustaría, ya,
conservar esos ideales
de luchadores labriegos,
ser amapola en trigales
que siempre halla consuelo
en cada día que nace.
Ya me gustaría, ya,
vivir como tú lo haces.
Nota: es mas extenso y ya está publicado, hace años, en una página sudamericana y registrado
lunes, 20 de octubre de 2014
Parte de un relato, publicado con anterioridad
Tenía razón, la hermana que le
secundaba, no estaba equivocada. No querían su felicidad y todos sus actos, con
una alta dosificación de amabilidad, apuntaban en la dirección de sus metas, de
forma consciente o inconsciente, preestablecidas. Tampoco esa persona se dejaba
ayudar y cualquier persona que se ofreciera tendría que poner tierra por medio,
mas tarde o más pronto, dependiendo del aguante personal de cada cual.
Andaba en la tarea de borrar toda
huella física y mental con el propósito de neutralizar tanto desgaste y
sufrimiento a cambio de nada. Era necesario y oportuno, la vida sigue su curso
y cada cual tiene el futuro que se labra a golpes de acciones y sembrado con
hechos. Puso punto y final por su equilibrio personal que ya se tambaleaba a
pesar de quererle.
Sabia, casi podía afirmarlo, que
ambos por separado encontrarían la felicidad, por ello, le dejó marchar. Le
dejó marchar porque se iban haciendo mayores, soportando malos royos, ambos
sostenían una situación de barco a la deriva que nunca atracaría en puerto
alguno. Mejor ahora que después.
Limpiaba cada rincón de su casa, lavaba
de forma compulsiva todo lo que llevaba su olor y como no podía borrarlo cambió
colchón y almohada, cambió los muebles de sitio, los cuadros los reubicó, no quería
ver nada que le recordara vivencias pasadas que tanto dolor y humillación le
producía.
Ambos eran de nobles sentimientos
pero el pasado les separaba rompiendo la armonía de pareja. No somos nadie si
nos olvidamos de nuestra infancia. Olvidarse de la familia es un error, es como
la rama del árbol que no admite que vive porque está unida a un tronco y forma
parte de él.
domingo, 7 de septiembre de 2014
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