sábado, 13 de abril de 2013

Te prometió cuentos, ella lo cumplió pero no los ha publicado


Te prometió escribirte cuentos, esos cuentos que escribió y nunca ha publicado. Puede que la niña, esa niña del río, haya entendido que el  seguir el vuelo de una gaviota, el observar un amanecer de azul celeste y luminosamente limpio no tenga precio porque vale más que todos los Bárcenas y los empalmados duques de los que hablan los telediarios. Ella no cree en escalones sin escalonar, es más simple que todo eso, ella cree en almas y sinceros sentimientos. Es cierto que ha tenido que aprender a comulgar con reticencias y falsas acusaciones…  a convivir con san benitos y a conversar con las olas y el silencio… llorando a solas. No cometió delito pero se le acusó, al revelarse contra convenios y mandamases, de díscola entre otras cosas. Es cierto,… volvió a escribir a solas, a escribir a sus amigos hasta romper el rompeolas, romper  ese de dibujo artístico que baila según la cosa (puede ser hasta una persona quien en su afán de protagonismo sea capaz de defender lo indefendible de la guillotina). Huyó de las fantasías rocambolescas, huyó del afán de protagonismo de sentirse de una izquierda bailable a una derecha solo porque interesa (no toda persona de izquierdas lo hace, solo los que están metidos en lo llamado pseudo –izquierdas o falsamente llamado izquierdas). Solo fue Manolo San … quien compuso entre ¨¨dos aguas¨¨. Maravilloso, pero soy simple, eso decía la niña del río, como esa mariposa que vuela en un jardín cualquiera, solo que no me altera la escritura nominativa del jardín . Así pensaba la niña y el río cuando la vida era su mayor desafío.