Las estrellas se reflejan
en el espejo de plata
que se funde con la arena
y por espuma es mojada.
Llantos que son silencios,
silencios que como un nada
acunan con arrullo del viento
la desolación del alma.
Un barco en el horizonte,
una sirena varada,
una sonrisa inocente
y un futuro que espanta.
Mientras, barajan siglas
como si fuesen cartas,
listillos de pacotilla
que van matando esperanzas.
Mañana será otro día,
habrá mas cierre de fábricas,
colas de desempleo,
pérdida de esperanzas
de obtener ese sueldo
para llevar a casa.
Y es que al final el pueblo
sufre todas las desgracias
y nadie se cuerda de el
cuando existen ganancias.
Cerca de esta orilla ciudadana
alguien busca en la basura
algo que llevar a casa.
miércoles, 15 de junio de 2011
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